En la intersección entre innovación y capacidad de proveer servicios, la nube provee la infraestructura para que todas nuestras consultas estén a un click de distancia.
En la era digital, donde la innovación y la eficiencia son cruciales para el éxito empresarial, la nube configura cómo será la entrega de servicios que defina el futuro. Lejos quedaron los tiempos de depender de los horarios de los comercios o establecimientos bancarios para poder acceder a sus servicios. Hoy, los consumidores necesitan poder chequear detalles, hacer compras o realizar todo tipo de acciones las 24 horas. La nube permite justamente esto: el acceso a todo en todo momento desde cualquier computadora, celular o dispositivo con sólo una conexión a internet.
Esta nueva tecnología acompaña la experiencia tradicional de visitar un establecimiento con una propuesta que no requiere que el consumidor se desplace. Dentro de un espacio virtual se almacenan los sistemas que permiten por un lado el acceso permanente e ininterrumpido, pero por el otro da la ventaja a las compañías de poder atender múltiples clientes a la vez.
A modo ejemplo, imaginemos por un momento a alguien visitando un banco: solo podrá atenderlo aquel empleado que se libere, en horario de comercio. ¿Quién va a buscar a los chicos al colegio mientras tanto? ¿Quién le explica al jefe que tenemos que dejar la oficina de 11 a 13hs? La nube permite un espacio online con accesos múltiples y en todo momento bajo el soporte de un mismo servidor.
Distintos tipos de nube otorgan mayor flexibilidad para sumar servicios y mejorar la experiencia, o mayor escalabilidad para permitir más usuarios simultáneos. Por un lado, para que las plataformas online en la nube funcionen se requiere que un servidor contenga los datos de funcionamiento y de los clientes una forma segura para evitar fallos de seguridad. Por otro lado, también debe manejar una velocidad de respuesta suficiente para ser accedido múltiples veces en todo momento.
Uno de los conceptos clave en la evolución de la nube es la nube híbrida. Esta modalidad combina lo mejor de dos mundos: la flexibilidad y escalabilidad de la nube pública con la seguridad y control de la nube privada. La historia de la nube híbrida es la historia de adaptación inteligente a las necesidades cambiantes de las empresas modernas. Permite a las organizaciones mantener datos sensibles en sus propios entornos, mientras aprovechan la agilidad de la nube pública para cargas de trabajo dinámicas.
Jorge Payró, Country Manager Argentina. Enterprise Regional Director (Argentina, Chile & Perú), señala: “La nube es mucho más que tecnología, es una forma diferente de hacer las cosas”. Esta afirmación resume la transformación profunda que la nube ha traído consigo, trascendiendo las meras soluciones técnicas para convertirse en un cambio de paradigma en la manera en que concebimos y ofrecemos servicios.
El crecimiento explosivo de la cantidad de datos y la demanda de servicios en línea ha impulsado la adopción de la nube híbrida. Las empresas necesitan una infraestructura que les permita escalar según sea necesario sin comprometer la seguridad o la conformidad. La nube híbrida ofrece esta solución, permitiendo a las organizaciones adaptarse rápidamente a las demandas del mercado sin sacrificar el control sobre sus datos más sensibles.
La nube híbrida representa el compromiso perfecto entre la innovación y la seguridad. Como sostiene Jorge Payró: “la nube es el camino hacia el futuro, y la nube híbrida es el vehículo que nos lleva allí. Es momento de abrazar este cambio y aprovechar al máximo las infinitas posibilidades que ofrece.”