Según un estudio de la Universidad de Warwick, el rendimiento de los trabajadores mejora un 12 por ciento cuando se promueve ese estado emocional.
A menos que se trabaje en Disney, las posibilidades de que la oficina se parezca a un parque de diversiones son escasas. Sin embargo, las compañías que se esfuerzan por crear un ambiente laboral que haga sonreir a sus empleados no invierten tiempo ni dinero en vano. En un experimento con más de 700 participantes, investigadores de la Universidad de Warwick demostraron que la felicidad hace a las personas un 12 por ciento más productivas.
Un grupo de economistas liderado por el profesor Andrew Oswald, el Dr. Eugenio Proto y el Dr. Daniel Sgroi del Departamento de Economía de esa casa de estudios realizaron una serie de pruebas para demostrar que los empleados felices trabajan más y mejor.
Algunos de los cuatro experimentos realizados incluían la reproducción de una película de comedia o chocolates, bebidas y frutas gratis para los trabajadores. A su vez, a una parte de los participantes se le realizaron preguntas sobre duelos personales y conflictos familiares, para averiguar si un bajo nivel de felicidad se correspondía con bajos niveles de productividad.
Para Oswald, la empresa que dirige Larry Page es el ejemplo perfecto que comprueba lo que él y su equipo quisieron demostrar en el laboratorio. “Compañías como Google invierten en apoyar a sus empleados, y como resultado, su nivel de satisfacción aumenta”, asegura el profesor. En el caso de Google, esos niveles ascendieron en un 37 por ciento.
Por su parte, Sgroi dijo que esta conclusión tiene una lógica: cuanto más felices son los empleados, más eficaces son en el tiempo que tienen para trabajar. De esta forma, aumentan el ritmo al que pueden trabajar, pero sin sacrificar calidad por ello.