Justamente, uno de los problemas que frecuentemente se presenta en la organización es la inestabilidad laboral, aspecto que genera consecuencias negativas, ya que posteriormente se agudiza cuando resulta extremadamente difícil cubrir el puesto de trabajo vacante.
Alguna de las causas más comunes y que se sitúan en el interior de las organizaciones, pueden ser por desajuste entre el empleado y el jefe directo, la filosofía de la organización, el entrenamiento incorrecto del empleado, la poca remuneración salarial, las políticas de la organización que debilitan la satisfacción por el trabajo (reconocimiento, evaluaciones de desempeño, asuntos de vacaciones, etc.), malas condiciones económicas y financieras de la organización, entre otros.
Sin embargo, es inevitable también, cierta cantidad de movilidad por motivos de enfermedades, accidentes, envejecimiento, muerte y otras razones personales que producen la deserción de un puesto de trabajo.
Las personas son sin duda el recurso principal de cualquier organización, es por eso en todo momento se debe estar ejerciendo esfuerzos dirigidos a su coordinación, mantenimiento, mejoramiento y desarrollo, que ayuden para alcanzar eficientemente las metas organizacionales.
Es este mismo capital humano quien da la cara día a día, generando ideas, produciendo bienes y servicios, cerrando proyectos, negocios y contratos, y logrando satisfacer las necesidades que demanda el resto de la sociedad. Sus competencias, su conducta y actitudes son la clave para el éxito de cualquier compañía.
No obstante, en toda empresa siempre existirá un cierto grado de rotación de personal, lo que es saludable para la organización, renueva aires, y con ello llegan nuevas ideas, proyectos y visiones más frescas. Sin embargo, no se puede obviar, que la mayoría de las veces esto suele ser costoso y por lo tanto sólo es factible con un nivel de rotación de personal bajo, que refleje seguridad y confianza en la compañía por parte de los empleados.
Pablo Molouny, Gerente general de Trabajando.com Argentina señala que, “Los beneficios provocados por el trabajo en equipo de la organización como un todo, no sería posible si no se tienen colaboradores comprometidos con la empresa. Esos mismos colaboradores, los empleados que día a día trabajan, no pueden vivir con la incertidumbre de estar en un lugar inestable que en cualquier momento va a despedirlo o bien, que vaya a fracasar como proyecto. Es importante crear vínculos”.
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