Durante todos estos años nuestro país padeció, al igual que muchos otros, de un vacío legal en cuanto a la regulación de la información que aparece en Internet y otros medios digitales. La información que encontramos en estos lugares muchas veces nos resulta de suma utilidad; pero también permite la difusión de sitios que se dedican a la pornografía infantil.
Desde el pasado 4 de junio se ha sancionado una reforma del código procesal penal, que le permite a los encargados de administrar la justicia en nuestro país contar con un instrumento que define claramente cuáles son los delitos informáticos y las penas que le corresponden de cada uno de ellos.
Tal vez nos hubiera gustado que las sanciones para los delincuentes fueran un poco más severas de lo que están previstas, pero reconocemos que este es un paso importante para avanzar en la materia. Supongo que no habrán podido tener en cuenta todos los aspectos que implica la pornografía infantil. A veces es difícil comprender el grado de daño que sufre un niño/a que es sometido a situaciones de abuso sexual. Pero nosotros que debemos enfrentarnos día a día al sufrimiento de los/as niños/as, lamentablemente sí lo comprendemos.
Debemos ser todos concientes de que para confeccionar una página o sitio de pornografía infantil en la web, previamente se ha sometido a un cierto número de niños/as a la dolorosa situación de abuso, que indefectiblemente dejará su marca para el resto de sus vidas.
A veces siento que nada alcanza: hablamos, escribimos, investigamos sobre el tema, capacitamos, y por sobre todo asistimos a niños y niñas en su proceso de elaboración del daño producido, pero sin embargo el número de casos de abuso sigue aumentando. Quisiera creer que no es así, sino que simplemente al saber del dolor de otro se atreven a contar el dolor propio, pero no tengo una certeza sobre esto.
Ahora ¿sólo? nos resta que juntos comencemos a investigar para desentrañar las complejas redes de pornografía infantil que hay en nuestro país. Sabemos que esto es posible y hace pocos días lo hicieron en España. Este gran desafío comienza con esta modificación del código, porque ahora tenemos un instrumento, pero continúa con la decisión y el compromiso de todos para empezar a utilizarlo.