“Los masajes podrían promover cambios emocionales y psicológicos positivos, mayor relajación y disminución de conductas difíciles, así como alivio del dolor y mejoría en la movilidad de músculos y articulaciones, en personas con necesidades especiales, ya sea físicas o intelectuales. Los masajes siempre deben ser realizados por terapeutas calificados y con indicación médica, aparte de una especial predisposición del kinesioterapeuta a conectarse emocionalmente con estas personas”, afirma Ruth Mosqueda, terapeuta especializada en masajes energéticos de sanación.
Más movilidad y menos dolor
El Centro Nacional para Medicina Complementaria y Alternativa de los Estados Unidos (National Center for Complementary and Alternative Medicine, NCCAM), agencia del gobierno estadounidense para la investigación científica sobre los sistemas de atención médica y de salud no convencionales, afirma que la terapia de masaje puede mejorar altamente la calidad de vida al trabajar sobre las áreas de la circulación, la reducción del dolor y la eliminación del estrés y lo recomienda para personas con necesidades especiales.
“La terapia de masaje estimula los tejidos del cuerpo con el fin de aumentar el flujo sanguíneo a los músculos, puede ser útil para ayudar a las personas con discapacidad a eliminar la fatiga causada por productos de desecho de sus músculos- explica por su parte Ruth Mosqueda -. La terapia de masaje también puede mejorar la circulación sanguínea en todo el cuerpo, de modo que los tejidos pueden regenerarse después de una cirugía. Para los niños que nacen con parálisis cerebral y sufren de movimientos espásticos, la terapia de masaje puede ayudar a relajar los músculos.”
“Las personas con discapacidad que sufren de dolor crónico de la articulación pueden someterse a la terapia de masaje con el fin de proporcionar movilidad a las articulaciones. Esto permitirá a un paciente mayor rango de movimiento en sus brazos y piernas. Las personas con discapacidad que sufren de atrofia muscular debido a la falta de circulación pueden disfrutar del estiramiento de los músculos a través de masajes, alargando los músculos atrofiados, que han quedado restringidos por falta de uso,” explica Mosqueda acerca de lo que se afirma desde el National Center for Complementary and Alternative Medicine, NCCAM.
Reducir el estrés y aliviar la emoción
Para la NCCAM, la reducción del estrés a través del masaje en personas con discapacidad no es un dato menor, ya que se sabe que esta franja social por lo general sufre de mayores niveles de estrés debido a circunstancias de vida difíciles, como pueden ser el dolor paralizante, las dificultades de desplazamiento y los problemas económicos. La investigación médica ha proporcionado evidencias de que el masaje puede disminuir temporalmente el ritmo cardíaco y la presión arterial, lo cual favorece también la reducción de los niveles de estrés.
El masaje también es útil a personas con condiciones como el síndrome de Down o el autismo que pueden estar sometidas a altos grados de estrés y ansiedad, lo que pueden ocasionarles problemas de comportamiento y conductas auto lesivas. Normalmente, para poder controlar estas conductas, son sometidas a tratamientos farmacológicos y programas de comportamiento. Debido a que estos métodos no han sido del todo efectivos, se está buscando un tratamiento más eficaz y el masaje parece ser una opción esperanzadora.
“Se utiliza el masaje con el objetivo de relajar y buscar así aumentar las conductas positivas para que puedan ser incluidos de mejor manera en la sociedad. Además, con estos masajes también se busca que estas personas puedan desarrollar relaciones interpersonales basadas en la confianza y que logren una mayor interacción con el ambiente que los rodea,” dice Ruth Mosqueda.
Estudios que evaluaron los efectos del masaje en personas con discapacidades intelectuales como terapia principal en personas con síndrome de Down y autismo verificaron menos conductas autolesivas, menos agresividad y aumento de la de relajación muscular. Se recomiendan entre 3 y 8 meses de terapia y sesiones que se adaptan al paciente, con una duración que puede ser entre 10 y 45 minutos. Los movimientos utilizados son siempre manuales, masajes rítmicos y manipulaciones musculares. También se usan el efleurage y la acupresión. (Chan JS, Tse SH. Massage as therapy for persons with intelectual disabilities: a review of the literature. J Intellect Disabil. 2011)