Afirman que la incertidumbre frena las inversiones y advierten que se pierden empleos. Cuestionan la falta de previsibilidad para atraer inversiones
La falta de inversiones, la caída de la actividad económica y del consumo, y los problemas para acceder al crédito desvelan a los empresarios industriales, según se pudo escuchar en el coloquio de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), que empezó en esta ciudad.
Y no muestran optimismo para el corto plazo. Héctor Méndez, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), lo dijo con todas las letras: “Imaginar que pueda haber inversión hoy es casi un disparate, porque el horizonte es incierto y la inversión necesita previsibilidad”, afirmó sin eufemismos ante una consulta del diario La Nación en un intervalo del programa.
El agravamiento de los problemas para importar bienes necesarios para la producción es otro de los temas de preocupación por su impacto en la competitividad del país.
La provincia de Córdoba está afectada especialmente por la fuerte caída de la industria automotriz, de entre el 30 y el 35% interanual. No es, claro, el único sector en problemas. A falta de obra pública y de inversiones, la construcción perdió 3.000 empleos en los últimos meses. Ante la profundización de la crisis, se espera que en los próximos días el Gobierno anuncie medidas para paliarla.
El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Gerardo Martínez, le dijo al citado matutino la semana próxima se anunciará un plan de construcción de viviendas sociales e infraestructura, que se pondrá por meta la recuperación de los 20.000 puestos perdidos en el país en el año.
Según Héctor Méndez, a las dificultades para acceder al crédito se suman algunos casos en que, sin seguros de importación, las empresas que deben traer maquinarias o insumos del exterior se ven obligadas a pagar al contado y por anticipado. Es uno de los problemas que se comentaban en los pasillos del hotel Sheraton, donde se desarrolla el coloquio.
El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja (en la foto), dijo que en ese sector las firmas se ven afectadas por luces amarillas que encienden los proveedores: “El que vende posterga su decisión, aunque no quiere decir que después no vaya a vender”, describe, como una muestra más de los efectos de un escenario incierto, regado ahora por la falta de acuerdo con los holdouts y el default del país con otros bonistas.
Para los industriales, el estado de cosas en relación con la deuda soberana agrava una situación de caída de actividad que ya está dada.
“Se agrega un factor de incertidumbre a una coyuntura compleja”, señaló Ercole Felippa, presidente de la UIC y empresario del sector lácteo, quien agregó que la producción está mayormente afectada en ramas como las de autos, autopartes, maquinarias y embalajes, y menos en el rubro alimentario. Coincidió con otros industriales en que no hay situaciones de despidos masivos, aunque sí reducción de horas, suspensiones, planes de retiro voluntario y desvinculaciones “en forma de goteo”.
Tras mostrarse optimista para el mediano plazo “ya que estamos en un fin de ciclo”, Felippa calificó como una “alternativa interesante” la posibilidad de una intervención de empresas privadas con una compra de la deuda a los fondos buitre.
Méndez consideró que tiene toda lógica que haya interés de firmas privadas por participar de una solución para el tema, y consideró que no debería desaprovecharse el envión. Respecto de los efectos del default en la industria, sostuvo que “las cosas no han cambiado en forma manifiesta”, pero que aún no se conocen los resultados. Hoy, sostuvo, la realidad está marcada por la caída del consumo, problemas con el sector externo, el control de precios y dificultades para importar.
Para el presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi, el panorama no cambió mucho: “Si se arreglaba, probablemente habrían entrado más inversiones”, señala con la lógica de la oportunidad perdida. El sector automotor, recordó, está en problemas en buena medida por la situación de Brasil, donde la industria de autos cae 14% anual. Es el mercado al que se destina el 80% de la producción de la planta cordobesa de Fiat. Rattazzi apuntó que debería haber medidas para incrementar la competitividad y llegar a mercados como México y Europa.
En el inicio del coloquio, el empresario Gerardo Seidel, vicepresidente 1° de la UIC y directivo de DISE (plásticos), hizo hincapié en las dificultades para obtener sustentabilidad, en un escenario en el que faltan políticas de Estado que trasciendan a los gobiernos.
“Hoy las dificultades las tienen todos, no solamente los industriales”, definió, por su parte, el ministro de Industria, Comercio y Minería de Córdoba, Martín Llaryora, que en un discurso con contenido político sostuvo que la mayor responsabilidad es del gobierno nacional. Tras señalar a la inflación como fuente de efectos negativos que se encadenan, dijo que la situación de Brasil y el tema de los fondos buitre hoy llevan a una situación “muy difícil”, que requiere “medidas urgentes”.
Agregó que desde el gobierno provincial se lanzó meses atrás un plan para la compra de autos y otros bienes con financiamiento a tasa baja o nula, y que eso permitió que la caída de venta de vehículos se recortara respecto del promedio nacional.
Según un informe del Ieral sobre la base de los datos oficiales más recientes, en abril la actividad económica en Córdoba cayó 4,5% interanual; las ventas de bienes, 12%, y la actividad industrial, 4,7%, con fuertes diferencias según la rama. En el país, el último dato oficial de producción industrial da cuenta de una caída interanual de 3,2%, acumulada para el primer semestre del año.