En un cambio estratégico, Prime Video de Amazon, el gigante del streaming, está a punto de revelar una nueva dimensión al introducir anuncios a partir de hoy. Este movimiento despierta anticipación entre los analistas, proyectando ingresos anuales potenciales que superarían la asombrosa marca de 5 mil millones de dólares. Sin embargo, la decisión no ha sido recibida de manera unánime, ya que los suscriptores que buscan evitar la interrupción de los anuncios enfrentan una elección binaria: cancelar su suscripción o, por un costo adicional de 3 dólares al mes, continuar disfrutando de contenido sin publicidad.
Las estimaciones sugieren que solo alrededor de un tercio de los suscriptores optará por el pago adicional para eludir los anuncios, según las previsiones del Bank of America. Si bien incorporar anuncios a una plataforma de streaming no es novedoso, ya que Netflix y Disney+ ya han adoptado esta estrategia y establecido relaciones con anunciantes, la situación de Amazon es única. Hasta diciembre de 2023, Prime representaba el 3.3% del tiempo de visualización de televisión en los EE. UU., superando a Disney+ (1.9%), pero aún rezagado detrás de gigantes como Netflix (7.7%), YouTube TV (8.5%) y otros servicios de streaming (5.2%), según datos de Nielsen.
Lo que distingue a Amazon es su abundancia de datos de clientes. Con aproximadamente el 70% de los adultos estadounidenses siendo miembros de Amazon Prime, la empresa puede aprovechar su extenso historial de compras para personalizar anuncios de manera más específica, prometiendo a las marcas un retorno de inversión en marketing superior. Esta ventaja competitiva podría ser un factor crucial en la lucha por captar la atención de grandes marcas publicitarias y superar a la competencia en el mercado cada vez más saturado de servicios de transmisión.
El cambio en la estrategia de Prime Video no solo significa una alteración en la experiencia del usuario, sino que también plantea preguntas sobre cómo se desempeñará el producto basado en publicidad de Amazon en comparación con sus rivales. La incertidumbre radica en si Amazon podrá convencer a las grandes marcas de cambiar a Prime, dado que Netflix y Disney+ ya tienen una ventaja establecida en este ámbito.
Los analistas sugieren que la mayoría de los suscriptores probablemente optará por la versión con anuncios, considerando que Amazon tiene un costo relativamente menor para mostrar anuncios en su plataforma en comparación con Netflix o Disney. Esta diferencia de costos podría potencialmente influir en el mercado publicitario televisivo en general, creando una mayor competencia y obligando a otros servicios de transmisión a mejorar sus tecnologías para atraer a los anunciantes.
A pesar de las dudas planteadas por la entrada de Amazon en el mercado publicitario over-the-top, gigantes como Netflix afirman no estar preocupados y consideran que hay suficiente inventario de anuncios para todos los actores del mercado. Sin embargo, el amplio alcance y la base de datos extensa de Amazon podrían cambiar la dinámica del panorama de transmisión, convirtiéndola en una jugadora importante en la creciente presencia de anuncios en el ámbito del streaming. A medida que la industria se adapta a estos cambios, la elección entre la versión con o sin anuncios se convierte en una consideración importante para los consumidores, que deben sopesar el valor adicional frente a la comodidad de una experiencia sin interrupciones. La intersección entre comercio y contenido en Prime Video marca un momento crucial en la narrativa evolutiva de los servicios de streaming.
