¿Alguna vez te has preguntado si el producto que consumes es realmente bueno o se trata de buena estrategia de marketing?
Pues bien, yo me he encontrado con bastante frecuencia a personas que afirman consumir un buen producto. Cuando les das un ejemplo, de algo que algún competidor ofrece de calidad y a un precio más asequible, llega el momento de la duda. ¿Por qué la persona consideraba que el producto era de calidad? ¿Acaso no conocía al producto que los competidores ofrecen?
A menudo, caemos en el error de afirmar algo que creemos cierto sin haberlo comprobado. Realmente no nos hemos parado a analizar las cualidades de los productos que los competidores ofrecen, pero aun así nos atrevemos a decir que el producto que compramos es el mejor. Esto ocurre debido a varios factores:
- Buena estrategia de marketing: que consigue que los consumidores vivan en el mundo que la marca crea. Ellos realmente creen que la decisión de compra que hacen es la mejor posible.
- No hemos invertido tiempo suficiente en elegir bien: hemos visto a alguien realmente satisfecho con el producto. Una vez obtenida la recomendación, hemos decidido apostar por lo seguro y no probar otras marcas.
- Mucha publicidad: que ha hecho que nuestra opinión acerca del producto sea muy buena. No hemos tenido tiempo ni ganas para investigar qué otras opciones podemos encontrar en el mercado.
Es por ello por lo que debemos tomarnos nuestro tiempo y pensar si realmente los productos que compramos por costumbre o recomendación son las mejores opciones. Quizás esto nos ayude a ahorrar.