Podemos usar el mejor champú y hasta periódicamente aplicarnos tratamientos nutritivos, pero si la crema de enjuague no es la indicada, todos los esfuerzos serán en vano. Sin saltearnos este paso del lavado, además de dar con la fórmula específica para cada caso, lo redituable será utilizarla siguiendo los pasos precisos.
Hay ciertas indicaciones que son necesarias seguir. La crema de enjuague es como una crema hidratante para nuestra piel, es el alimento indispensable para que el pelo mantenga su textura, su brillo y su movimiento.
La función esencial de la crema de enjuague es desenredar el pelo, una acción que aunque parece ser muy básica, estéticamente suma mucho, pues una cabellera enredada se ve más opaca y se resquebraja con mayor facilidad.
La segunda virtud de este producto es que generalmente sus fórmulas están enriquecidas con vitaminas y suavizantes que nutren y protegen las fibras de las inclemencias del tiempo, los sistemas de calefacción, la luz solar, el polvo y más. Todo pelo que esté opaco, pajizo o luzca castigado mejorará su estado cuando se le comienza a poner acondicionador en cada lavado.
Por suerte, el mercado ofrece cada vez más variantes de cremas de enjuague. Las hay que dan brillo, las que previenen la caída, las que restauran y humectan, otras están diseñadas especialmente para lacios, permanentes, teñidos y hasta para quienes usan de manera frecuente la planchita. Por eso hay que dedicar tiempo a elegir la que se corresponda con el tipo de pelo y hábitos de cada una. De esta manera se asegura una base nutritiva y defensora para el cabello.
