Personas diagnosticadas y medicadas por demás, exceso de fármacos, listas de estudios y tratamientos innecesarios. La medicina tradicional intenta no dejar espacios para la incertidumbre y, prontamente, elabora un diagnóstico tranquilizador para el paciente.
¿Ilusión o curación?
Una falla profesional
Cuando hablamos de sobrediagnóstico, diferentes artículos de salud refieren que no es un mal diagnóstico, sino un mal pronóstico. Quiere decir entonces que, ¿hacer un diagnóstico inmediato, rápido, sin el análisis profundo de la condición, solo nos brindará una mala calidad de salud para el futuro?
Determinar sin evaluar correctamente, sin profundizar en los hallazgos, emitiendo una decisión diagnóstica rápida y tajante, sin duda alguna no hace más que “sobrediagnosticar” una condición de salud.
Con lo cual, se está encarando otra vía, distante de la realidad de salud del paciente. Pero lejos de ser un “error de pronóstico”, es una falla de actitud profesional, que empeora la actualidad del paciente y, ciertamente, contribuye a una calidad de vida en constante deterioro.
La necesidad de las respuestas
Es una condición natural que el ser humano siempre necesite respuestas para todo. De tal manera que, a lo largo del tiempo, fue desarrollando una necesidad casi extrema de obtener una explicación sobre lo que lo rodea, sobre lo que le pasa, y sobre la vida misma.
Estamos plagados de una necesidad evidente y de una avidez desmesurada de querer saber imperiosamente todo. Vale aclarar que el “saber” no es malo, pero la presión que nos genera, y la que forjamos, suele conducirnos a formas no del todo correctas en busca de respuestas ante la incertidumbre.
En el ambiente profesional, se considera que al paciente se le debe dar siempre una respuesta. Esta debe ser rápida, para poder acallar el “ruido”, es decir, esa presión que nos genera. Como profesionales no debemos caer en este juego, ya que indudablemente se puede estar ante la posibilidad de equivocar la estrategia de salud. También es probable que estogenere mayor carga de angustia, más incertidumbre y, en definitiva, nos lleve a tener un problema de salud importante.
Encontrar el origen
Cuando hablamos de problemas de salud de nuestra columna vertebral, es muy importante entender que la columna contiene gran parte de nuestro sistema nervioso, que nos controla y nos hace funcionar; nos mantiene óptimos.
Evidentemente, una afección sobre ella generará una respuesta corporal muy grande. En cuestiones de diagnóstico, será difícil llegar a ser certeros con una respuesta hacia el paciente, si la columna no se evalúa previamente de manera exhaustiva.
En una visita al profesional, el paciente suele referir dolor lumbar, cervical o en la espalda. A veces menciona dolores de cabeza, y así es como rápidamente se suelen diagnosticarafecciones como lumbago o lumbalgia, etc. Este diagnóstico expresa nada más que dolor lumbar.
Ahora, lo principal es saber ¿por qué duele? A nivel lumbar, ¿puede ser por una hernia discal?, ¿una protrusión del disco?, ¿un problema renal?, ¿un pinzamiento?
Algo similar ocurre con la cervicalgia, que no es más que un dolor cervical, pero ¿por qué molesta?, ¿por una rectificación de la columna?, ¿por lesiones en los discos?, ¿por artrosis?
Es imprescindible entender que el dolor, que suele ser el motivo de la consulta y el flagelo a combatir, no es el problema. Si lo fuera, se tendría que ir con la medicación.
Diagnóstico certero
Si decimos que nuestra columna vertebral contiene nuestra médula espinal, lugar de origen de gran cantidad de nervios, es claro que será de vital importancia mantener esta estructura libre de toda posibilidad de sufrir afecciones. Es así que la quiropraxia suele ser una opción natural, lógica y duradera, para buscar y encontrar respuestas a nuestra condición.
Por ello es que, cada día, más pacientes nos consultan. La cura viene de adentro hacia afuera, y no es al revés. La lógica está en potenciar el poder recuperador que nuestro cuerpo posee, a través de la liberación de la compresión sobre los nervios. Esto mejorará la capacidad de respuesta del cuerpo, para que inicie su proceso de reparación, naturalmente.
La idea es partir de un diagnóstico temprano, profundo y certero, para elaborar un cuidado de salud que mejore verdaderamente nuestra calidad de vida.
Enfermedades para todos
- El sobrediagnóstico puede hacer ingresar en el consumo propio del sistema de salud a una persona que no requiera de él, o al menos, no en esa medida.
- Los derroches en tratamientos médicos y fármacos son consecuencia del sobrediagnóstico.
- El sobrediagnóstico no admite la tolerancia a la incertidumbre, ni la espera para lograr un diagnóstico certero.
- El sobrediagnóstico se apoya en procedimientos tecnológicos constantes (radiografías, resonancias, etc.) para dar respuestas que “calmen” al paciente.
- La medicina natural, como la quiropraxia, evita el sobrediagnóstico para otorgarle soluciones definitivas al paciente.