A menudo, durante presentaciones a líderes de organizaciones y empresas con las que trabajo, me hacen una simple pregunta: ¿Cómo gestionar y comunicar a esta nueva generación de empleados?
Primero, sería bueno definir a este grupo. La Generación Y, también conocida como del Milenio, son los nacidos entre 1977 y 1995 (los años varían levemente según la definición). Yo mismo soy un Gen Y. Conformamos la población más grande para entrar en la fuerza de trabajo. En los Estados Unidos hay un total de casi 90 millones de empleados de esta generación.
Yo la llamo la generación de las redes sociales porque las hemos construido y nos comunicamos a través de ellas. Como todas las generaciones, tenemos nuestras propias características y habilidades únicas. Aprender a aprovechar estas capacidades y la gestión de estos rasgos de carácter único es crucial para el éxito de cualquier empresa en el competitivo mundo de la alta tecnología.
Echemos un vistazo a algunas de las características de los empleados Y:
Derechos comunes: creemos que somos capaces de hacer cualquier cosa en el mundo digital. Estamos acostumbrados a dar y recibir respuestas instantáneas en la web. Desde niños nos criamos con la idea de que nuestra opinión es importante y que de ella depende el impacto que daremos tanto en las personas como en las situaciones que nos rodean.
Trofeos: aunque sea por jugar, alguna vez recibimos un trofeo. Muchas personas suponen y piensan que desde que recibieron un trofeo, ya no pueden perder ni verse derrotadas en ninguna otra situación. Sin embargo, la vida está llena de obstáculos y fracasos. Todos los días y en diversas situaciones uno puede bloquearse y ante eso ve la posibilidad de pedir ayuda. No se debe pensar que por haber recibido un trofeo alguna vez en alguna situación particular, como por ejemplo un torneo deportivo, por debatir sobre un determinado tema o por tocar el piano en la escuela primaria, se triunfará también en las luchas de opiniones diarias que se dan en nuestra vida.
Trabajo en equipo dese la escuela: creemos en la interacción del equipo y en trabajar juntos para completar los proyectos. Nuestra lealtad hacia las demás personas integrantes del equipo resulta de una gran motivación para sobresalir entre ellos. El trabajo en equipo es importante porque motiva a las personas. La meta a alcanzar es una especie de trofeo que les permite saber si estuvieron o no todos juntos en la causa y encaminados para el éxito. El trabajo en equipo dentro de un empleo se torna muchas veces afectivo y emocional. Lo mejor de los equipos de trabajo es estar siempre dispuesto a crecer y a brindar colaboración.
La tecnología como parte de la vida: crecimos con los ordenadores en el aula, la aparición de las redes sociales. Somos muy rápidos en la aplicación de tecnología para mejorar el proceso de trabajo y crear nuevas oportunidades. Esto no quiere decir que los Gen Y seamos expertos en tecnología, sólo nos es más cómodo trabajar utilizando nuevas tecnologías y adaptándolas a la vida cotidiana, como si siempre hubieran existido.
Hay ventajas propias de las características de cada generación, aprender cómo aprovechar estos atributos es clave para el éxito futuro de las organizaciones. Los empleados de la Generación Y son el mayor segmento para entrar en el entorno de trabajo y, por ende, aquellos que tienen por delante mayores desafíos.
Los empleados Generación Y deben ser vistos como el futuro de la organización y hay que aprender a aprovechar al máximo sus habilidades.