El informe global The Deloitte Millennial desvela que el 70% de los millennials que ahora son emprendedores rechazaron un trabajo tradicional para serlo. Esto concuerda con otro reciente estudio que revela que 1 de cada 5 millennials rechazaría un trabajo tradicional para convertirse en empresario emprendedor si tuviera oportunidad, pero, ¿qué les falta a los millennials para dar el gran salto?
Con estos datos sobre la mesa, sólo queda preguntar a un exitoso millennial emprendedor qué es lo que falla. Ese joven es el empresario es Justin Lafazan, fundador de Millennial Marketing Strategy, empresa gracias a la que ha trabajado con prestigiosas compañías como Morgan Stanley o USA Today. Según Lafazan, los recursos que echan en falta los millennials para emprender son los siguientes:
Capital social
Los millennials echan en falta mentores. Sienten la necesidad de ser orientados y apoyados a la hora de tomar decisiones importantes a nivel tanto personal como profesional. Para ellos, los mentores más importantes son los peer-mentors, que son aquellos que aconsejan sobre una situación en la que ellos también estuvieron.
Educación especializada
El mundo del emprendimiento se ha hecho atractivo en los últimos años, sin embargo, los jóvenes universitarios aún están influenciados por la historia de los viejos billonarios, aquellos que no tuvieron formación sobre cosas necesarias para una empresa, como por ejemplo marca personal, y que son prácticamente imprescindibles a día de hoy.
Inversión
Aunque Lafazan considera que se puede sacar adelante una empresa con poco dinero, reconoce que los medios hacen un flaco favor a los millennials celebrando el triunfo de empresas que han conseguido millones de dólares gracias a inventos como Kickstarter, ya que esa no es la realidad con la que se encuentra un emprendedor cualquiera.
Inspiración
Es el recurso más necesario y a la vez más intangible y difícil de conseguir. En este aspecto, el networking es muy necesario, ya que la conexión con empresarios de interesas similares ayuda a enriquecer la inspiración para crear nuevos modelos de negocio que desarrollar.