Aprovechando el principio de año numerosos pensadores y visionarios han planteado lo que desde su visión nos depara este 2014 y su futuro más próximo. Echando un vistazo al pasado, en el año 2010 se anunció que ante la situación de competencia, velocidad y ante el avance de la tecnología, se impondrían dos tipos de estrategias: las basadas en reducción de costes y las basadas en experiencias.
Las centradas en costes, eran las adoptadas por compañías conocidas como “low cost”, donde el precio supone una ventaja competitiva clara. Éste era el caso de Wal-mart, compañía nacida en Estados Unidos y que ya en 1992 era la mayor minorista del mundo con un claro foco en ofrecer precios bajos.
Hoy tenemos un claro exponente en el mundo de los gimnasios deportivos. El sector de los gimnasios ha sufrido en España un descenso del 4% en 2013 y sin embargo diversas cadenas de gimnasios de bajo coste han seguido ampliando su red de centros. Asimismo, algunos de los operadores líderes tienen en marcha proyectos para la transformación de parte de sus centros al formato ‘low cost’. La tendencia ahora son los denominados gimnasios con ofertas agresivas y precios bajos que buscan hacerse rápidamente con una importante cuota de mercado. Cadenas como Go fit o Vivagym son clara muestra de ello. La consecuencia, guerra de precios por captar cuota de mercado.
Las estrategias basadas en experiencias, por contra basan su ventaja competitiva en la vivencia que ofrecen y permiten la posibilidad de obtener mayores márgenes. Uno de los casos más conocidos es “Starbucks” u “Abercrombie”, donde el precio pagado por un café o por una prenda de ropa no se explica por el coste de la materia prima. En los últimos dos años estamos asistiendo a un “boom” con todo lo referente a las estrategias de Marketing Experiencial y su ejecución dentro de la disciplina de Customer Experience.
Aunque también se encuentran variantes de experiencias asequibles. Se puede mencionar el caso de las compañías que se han venido a encuadrar dentro de “lowxury” (glamour asequible), que a precios asumibles proporcionan una oferta basada en experiencias principalmente centradas en el diseño. Un ejemplo, sería lo que ha hecho la firma de calzado Jimmy Choo con la firma textil sueca H&M. Otro ejemplo es la propuesta del Grupo Inditex en su línea de complementos Uterqüe donde se ofrecen complementos, bisutería y los destellos del “strass” (conjunto de pequeñas piedras y trocitos de cristal) que bien podían ser de Chanel ó Fendy, pero a precios asequibles.
Las experiencias también son copiables, no lo dudemos, tan sólo se diferenciarán por los vínculos emocionales que generen. Y el futuro pasará por ver cómo la competencia copia las experiencias ofrecidas. En este sentido, la única estrategia sostenible en el tiempo será incorporar las emociones a la gestión de las empresas (Feelings Experience Management) y no dar por sentado que el éxito está asegurado por aplicar una u otra estrategia.