Al comenzar 2015 predijimos que el retail iniciaba un gran cambio, destacando que era el año para “mirar como la experiencia in-store cambia para acomodarse a los autosuficientes Millennials.” Entendimos que las nuevas tecnologías enriquecerían la experiencia de compra con beneficios como productividad mejorada, análisis de inventario y uso eficiente de los metros cuadrados de almacenaje de los retailers, pero recién estábamos comprendiendo cómo ésta tecnología sería incorporada y todos los efectos que tendría.
A medida que el año fue pasando, vimos lo astutos que fueron retailers como Macy’s, Neiman Marcus, Target, Westfield Malls y Walmart que aplicaron focos centrados en el consumidor a través de estrategias omni channel, websites, aplicaciones móviles e integraciones in-store digitales. Con la implementación de estas estrategias, los benchmarks para las expectativas de los shoppers se posicionaron alto y los retailers tuvieron más presión para crear una experiencia de marca no solo personalizada para cada shoppers sino que además discurra fluidamente desde los websites a las tiendas. Cuando esto se logra efectivamente, la experiencia de compra del shopper es consistente a lo largo de todos los canales; la experiencia in-store es tan conveniente y simple como para generar un vínculo y promover la personalización, emoción y lealtad de marca.
Entonces, ¿qué significa esto para el 2016? Este año, seguiremos viendo un crecimiento del uso de la tecnología in-store pero esta vez tendremos más comprensión sobre cómo y por qué la usamos.
En 2016, veremos que retailers exitosos se están capitalizando en servicios digitales como una ventaja competitiva para empoderar a los shoppers en sus tiendas. O sea, los retailers usarán cada vez más la tecnología para vincularse con los shoppers para el análisis directo de sus hábitos; la tecnología usada en puntos claves en las tiendas, ejemplificada por mensajes a partir de beacons a lo largo del local, marketing por localización, reconocimiento de señalética digital y conectividad in-store de los shoppers mediante las redes WI-FI de los retailers. A medida que los shoppers comienzan a utilizar estos puntos interactivos, los retailers recolectan datos y pueden identificar quiénes son y cuáles son sus hábitos.