Conversando con un amigo filósofo, le comenté que estaba escuchando cada vez con mayor frecuencia, en las empresas y en las aulas, que hay muchas personas con intensiones de “cambiar el año que viene”.
En algunos casos, estas propuestas de cambio se relacionan directamente con la forma de hacer las cosas, para obtener resultados empresariales y personales. Para otros, las propuestas de cambio tienen un matiz distinto: no se basan en cambiar la forma de hacer las cosas, sino que pretenden modificar lo que cada uno “está siendo en ese momento”.
Las propuestas de cambio en el hacer podrían responder a la siguiente pregunta: ¿Qué podría “hacer” distinto para obtener el resultado que quiero lograr? Las respuestas pueden presentar varias alternativas: seleccionar un nuevo perfil en la empresa, estudiar inglés, presentar una nueva propuesta, contratar a un nuevo contador, elaborar una nueva línea de productos o dar a conocer una nueva prestación.
Las preguntas orientadas a cambiar la forma de ser podrían abarcar éstas: ¿Quién “estoy siendo” frente a determinada situación? o ¿Quién necesito “ser” para lograr el resultado que quiero lograr? Las respuestas seguramente serán distintas: estoy siendo muy exigente, obsesivo, temeroso, crítico, audaz, soñador, cascarrabias, gruñón, intolerante, impulsivo, etc. etc. Y me gustaría ser o necesito ser más pensante o más arriesgado, por poner un ejemplo.
Seguramente, respondiendo a las preguntas del “ser”, las respuestas que se nos puedan ocurrir para “hacer” van a ser más efectivas.
Les comparto una reflexión de un empresario amigo, con quien utilizamos esta herramienta. Él quería lograr mayor compromiso de su equipo con respecto a un objetivo.
– ¿Quién estás siendo frente al compromiso de tu equipo?
Jefe demasiado tolerante
– ¿Quién necesitás ser para lograr el compromiso de tu equipo?
Jefe “escuchador”
– ¿Qué hace un jefe “escuchador” para obtener el compromiso de un equipo?
Escucha
Es probable que a un jefe que se considera demasiado tolerante se le hubieran ocurrido varias acciones para obtener el resultado deseado: dejar de ser tolerante, apercibir, quitar la máquina de café, decidir todo por él mismo y no preguntar más, tomar medidas correctivas, seguir siendo tolerante, contratar a un consultor, hacer un curso de capacitación, contratar a un nuevo perfil o cambiar de objetivo por no contar con el equipo necesario.
Tal vez escuchar no hubiera sido la acción que se le hubiera ocurrido. Y no sabemos si ser un jefe que escucha es la respuesta correcta para todos, pero al menos lo fue para esta persona concreta. Sin embargo, sí sabemos que cambiando “quien estoy siendo” frente a determinada situación, podemos elegir entre más variables de acción. Es decir, incrementamos nuestra capacidad de acciones disponibles para obtener el resultado deseado.
Mi amigo filósofo se quedó en silencio dos segundos, que para mí fueron eternos, y luego me respondió algo que espero sea parte de otro artículo.