Se hace popular el término Quiet firing, una práctica antigua que vuelve a tomar partido en los trabajos y que los expertos denominan como irresponsable e ilegal.
El ahorro económico es la principal motivación que lleva a un empleador a distanciarse de sus responsabilidades y crear un ambiente incómodo para causar la renuncia de uno de sus trabajadores.
Quiet firing
En redes sociales como Linkedln se hace popular el término Quiet firing, una práctica antigua que vuelve a tomar partido en los trabajos y que los expertos denominan como irresponsable e ilegal; donde se recomienda a la persona involucrada salir lo más pronto de la situación y tomar cartas legales en el asunto.
También conocido como despido silencioso, es una forma en que algunos empleadores ocultan las intenciones de despedir a un trabajador y presionan, silenciosamente, la renuncia voluntaria, siendo una de sus motivaciones el ahorrar recursos al no pagar indemnizaciones de forma obligatoria. Tendencia que el teletrabajo, debido a la distancia y poca interacción, se ha visto incrementada y que trae consecuencias como la disminución de colaboradores y un ambiente desgastado.
Durante 2022, Laborum desarrolló un estudio a sus usuarios donde el 59% de los encuestados dice querer renunciar de sus labores, por pocas posibilidades de crecimiento en las empresas, sueldos bajos y un mal ambiente laboral.
Esta se puede reconocer por la exclusión hacia un trabajador, por medio de actitudes como no ser sumado en proyectos nuevos, disminución de las oportunidades de desarrollo, aumento de la carga de trabajo, discriminación salarial y aislamiento. Todo esto de un día para otro, bajo un clima de silencio y sin acceso al soporte de la jefatura.
También puede darse en casos donde el empleado ha dejado de dar su máximo y el empleador decide «aburrirlo» para que sea él/ella quien decida dejar la empresa.
En casos extremos, comenta la psicóloga, se considera un tipo de “abuso invisible”, puesto que genera secuelas negativas a nivel psicológico, tales como sensación de abandono, incertidumbre, ansiedad, angustia por no saber que se hizo mal o que ocurre, desconfianza, trastornos de sueño, etc. Así también en un equipo de trabajo, donde actos como estos ponen en duda la ética de los superiores y su cultura organizacional.
Si consideras que estás siendo objeto de un despido silencioso, analiza muy bien la situación y habla con recursos humanos. Expone los hechos e inquietudes y el área debe brindar soporte para resolver esta situación de la mejor manera. Lo importante es reconocer los cambios y actuar a tiempo.
¿Cuál es la mejor decisión a tomar si te ves involucrada/o en un despido silencioso? La experta recomienda ser conscientes si queremos o no seguir siendo parte de una empresa con poca transparencia. Con esto, debes denunciar la situación ante la entidad que corresponda, en este caso la Dirección del Trabajo (DT); evaluar nuevas posibilidades laborales y, ante la falta de soluciones, renunciar.
Por: Natalia Pérez, psicoterapeuta de Psyalive
Fuente: América Retail