Desde 2004 que el país no logra hacer pie en esta variable económica. Innovación y Marco Institucional, los dos ejes más débiles. Chile, el mejor ubicado de la tabla.
Lejos de la realidad de Singapur, Suiza y Estados Unidos en materia de competitividad, la Argentina ocupa los últimos puestos en un ránking que abarca 42 países y despierta la alarma que hace tiempo viene sonando: las condiciones macroeconómicas no ayudaron en los últimos años a que esa realidad cambiara.
Así, según el Reporte de Competitividad de ABECEB, la Argentina ocupa el puesto 38, con un puntaje de 55,69 y se corona como el quinto país menos competitivo de la tabla, justo por arriba Indonesia, Brasil, India y Venezuela. Chile es el mejor ubicado de América latina, con 67,32 puntos, en la posición 30.
Pero lejos del asombro por la posición obtenida, la última foto es resultado de una película que comenzó en 2004. En ese entonces, la Argentina ocupaba el puesto 35. Con los años, la estadística fue empeorando: en 2008, puesto 36; en 2009, 37; y en 2012, 38, hasta el día de hoy.
El ránking fue presentado por Dante Sica, presidente de ABECEB, y por Alberto Schuster, director de la unidad de competitividad de ABECEB. “Se puede mejorar la competitividad en cuatro años, porque lo que se hace es sentar las bases”, explicó Sica. Sin embargo, Schuster advirtió: “A Corea, eso le llevó 30 años”. Hoy, el país asiático presume la séptima posición, con 88,34 puntos, incluso superando a Noruega y Japón. “Los países asiáticos tuvieron un crecimiento sostenido debido a que tenían mano de obra barata, proveniente de la migración del campo a la ciudad. Pero luego, cuando se empezaron a organizar sindicalmente y a exigir mejoras, ese crecimiento se frenó”, explicó Schuster.
Con el año político encima, los principales candidatos suman en su discurso el concepto de competitividad. La receta para lograrla tiene, según los especialistas, ingredientes claves. “El grado de libertad económica, el cumplimiento de contratos y la educación”, fueron algunos de los enumerados por Schuster. El tipo de cambio es, también, otra arista, aunque no la única. “El tipo de cambio te da competitividad espuria porque, al fin y al cabo, cuando salís a buscar capitales al mundo, lo que influyen son los marcos regulatorios”, destacó Sica.
Si se compara variable por variable, la Argentina está por debajo del promedio de los 42 países en todas ellas. Por ejemplo, en cuanto a Ambiente Macroeconómico, mientras el promedio ronda los 76,83 puntos, el país se encuentra en 74,57; en Marco Regulatorio para los Negocios, el promedio se ubica en 75,79 puntos y, la Argentina, 56,27. Las dos mayores palizas se dan en la categoría Innovación y Marco Institucional.
En la primera, el promedio está en 45, 43 puntos pero, el país, apenas llega a 11,66 puntos. Lo mismo sucede con la segunda variable. De los 42 países, el promedio es 74,21 puntos aunque, la Argentina, obtuvo sólo 39, 58.