Por su comodidad y porque suelen satisfacer los gustos de todos los invitados, los brunchs se impusieron en los eventos laborales. Además, por sus porciones pequeñas permite crear platos vistosos y con buenas presentaciones. Por eso, si estás pensando en organizar una reunión de trabajo, tomá en cuenta estos consejos.
Los brunch son una mezcla equilibrada entre los elementos gastronómicos que integran el desayuno y el almuerzo, o entre la merienda y la cena. Son perfectos para encuentros a media mañana o más cerca del mediodía o para hacer una cena temprana, incluso previo a un espectáculo, como el teatro, por ejemplo. Además, a quien asiste le resuelve el tener que pensar en almorzar, pues muchas veces sigue su rutina, sin cortar ni un momento, en la oficina.
El brunch ideal debe ser rico y saludable, por eso no pueden faltar los jugos de frutas naturales y los smoothies (son bebidas cremosas no alcohólica preparadas a base de trozos y zumos de fruta, pueden ser concentrados o congelados, y están mezclados tradicionalmente con productos lácteos, hielo o helado). Al mismo tiempo, si es a la mañana, el argentino pide aquello que lo despierta cada día, para muchos es el café (con leche, expreso o los ahora famosos que vienen en cápsulas), otros optan por el té (en hebras es mucho más tentador) y también hay quien se anima a matear como primer paso del día.
Para ir degustando, los platos se sirven tipo tapas (de todo, en pocas cantidades, para no quedarse con las ganas de probar alguno), y puede incluir: pincho de pollo con chutney, spoons de langostinos, muffins de hierbas con jamón crudo y dip de ciboulette. También son siempre bienvenidos por los comensales los chipá de gruyere.
Luego se sigue con el plato principal, que debe ser algo que satisfaga, pero en la justa medida. Las recetas que incluyen salmón u otro tipo de pescados son muy elegidas pues reúnen las condiciones mencionadas.
Para terminar, el dulce no puede faltar, pero, claro está, en pequeñas proporciones. Así, las cupcakes, las mino copas de mouse, los pequeños tiramisus o cheesecakes reinan en las mesas.