Rolls-Royce es la máxima expresión del lujo sobre cuatro ruedas y como tal, históricamente la marca ha estado asociada con distintos sectores del lujo. La alta costura ha sido uno de ellos y además comparten filosofía, ya que Rolls-Royce fabrica sus coches de una forma prácticamente artesanal, especialmente en lo que al interior se refiere. Eso es lo que han querido plasmar en su última edición especial, el Rolls-Royce Wraith Inspired by Fashion.
La creación de este Wraith tan especial a corrido a cargo del departamento Bespoke de personalización de la marca, como no podía ser de otra forma. En sus cuarteles generales de Goodwood se han inspirado en la alta costura para hacer de este lujoso coupé algo más especial, si cabe. La marca dice haber utilizado materiales más propios de la industria de la moda que del automóvil.
Aunque pueda resultar inapreciable, la carrocería del Rolls-Royce Wraith Inspired by Fashion recurre a una pintura bitono, que combina de forma sutil los blancos Andalucian White y Arctic White. Esa pureza solamente la rompe la sutil línea que recorre la carrocería a la altura de la cintura, con un color verde lima casi inapreciable en las fotos o unos más llamativos tonos púrpura y rojo.
Las puertas suicidas nos dejan el camino libre a un interior igualmente puro. De puro lujo, como en todo Rolls. Aquí el cuero blanco de la más alta calidad recubre los asientos, la consola central, el salpicadero y parte de los paneles de puerta, aunque el protagonismo se comparte con un profundo negro. Los toques de color de la carrocería, lima en este caso, están presentes en costuras y diversos detalles del interior del Wraith Inspired by Fashion. La atención al detalle no acaba aquí y las inserciones de madera cuentan con la inscripción lacada ‘Wraith – Inspired by Fashion’, un proceso que necesita nueve días.
El Rolls-Royce Wraith es el coupé más pequeño de la marca, que atrae a una nueva generación de clientes. Más del 95% de las unidades vendidas recurren al departamento de personalización Bespoke para obtener ese toque diferenciador.