El caso de Carolina Píparo, la joven embarazada que fue baleada durante una salidera bancaria desató el debate sobre cómo evitar este tipo de flagelo. Más allá de las precauciones personales, la realidad indica que todavía hay mucho que hacer en materia de prevención dentro de las entidades bancarias.
Hoy en día todos los bancos se rigen por regulaciones específicas establecidas por el Banco Central de la República Argentina en relación al equipamiento técnico y personal de seguridad con el que debe contar dentro del banco. Esto es: cantidad de cámaras, guardado de imágenes etc. Mínimamente, toda entidad debe cumplir con estos requisitos. Sin embargo, esto parece no ser suficiente.
Hay otras medidas que los bancos pueden tomar para mitigar el accionar de los delincuentes.
Cámaras de seguridad: Por empezar debemos decir algo que el común de la gente no lo sabe. Las grabaciones que genera la cámara no sirven como prueba en un juicio. La legislación argentina no acepta estas imágenes como evidencia. Sin embargo, sirven como indicio. Por eso es importante contar con equipamiento de alta calidad para lograr la mayor resolución de imagen posible. Si se ve a una persona “parecida” al delincuente no será una prueba pero tiene mayor fuerza como indicio para buscar pruebas concretas.
Es necesario contar con equipos de buena calidad, y excelente definición. En tecnología, los sistemas de monitoreo están formados por una cadena que incluye: un sistema de grabación de imágenes, una cámara, una lente, un soporte, un motor que mueva esa cámara. Este sistema de seguridad será tan bueno como el peor de sus elementos. Es decir, la cadena será tan fuerte como su eslabón más débil. Por eso la importancia de usar todos equipos de buena calidad. Si tengo una cámara bárbara, una grabadora extraordinaria pero la lente de esa cámara es berreta todo lo demás será tan berreta como la lente.
Más allá de la tecnología que apliquemos. Tiene que haber, además, coordinación entre las fuerzas públicas y las autoridades bancarias para una rápida reacción en cuanto se detecte una anormalidad. Porque si hay monitoreo público rápidamente se puede reaccionar y seguir los movimientos de los delincuentes.
Por eso, aunque el BCRA no lo establezca, sería útil contar con cámaras de seguridad fuera del ámbito del banco.
Celulares: Si bien hoy está prohibido el uso de celulares dentro de las entidades, lo real es que solo la buena voluntad es lo que nos impide hacerlo. Es sencillo mandar un mensaje de texto, e incluso tomar una foto dentro del banco. Es algo muy fácil que le permite a cualquier persona dentro del banco “marcar” y pasar esa información a otro que está afuera para que el delincuente pueda actuar inmediatamente.
Para solucionar este tema de salida de información de los bancos, se pueden incorporar inhibidores celulares. Equipos que directamente no permiten acceder a la red de las compañías de teléfonos celulares. Es una forma más de mitigar la delincuencia, aunque no sea la solución definitiva.
Línea de cajas: sería importante que las cajas dispongan de una estructura que impida al resto de los clientes, al cajero de al lado e, incluso, al personal de seguridad del banco ver los movimientos de quien se encuentra frente al cajero.
Todos estos son pequeños medios que van complicando el accionar de los delincuentes. Hay que remarcar que por más equipado que esté el banco, debe haber atrás de la prevención un equipo humano que actúe en consecuencia y ayude a quien tiene una necesidad. Los medios técnicos asisten, son una herramienta indispensable, pero no definen una situación. Son necesarios para ir dejando cada vez menos espacios para que ocurran hechos de violencia.