La semana pasada Samsung anunciaba que paralizaba la producción del phablet Galaxy Note 7 debido a los problemas ocasionados por su “incendiaria” batería. La prematura “muerte” de este dispositivo móvil ha hecho muchísima pupa no sólo a la marca surcoreana sino también a sus proveedores. Y por eso Samsung quiere indemnizar a sus partners de suministro de piezas para el Galaxy Note 7.
En un principio, la empresa asiática pagará íntegramente a sus proveedores todas las piezas ya listas para su integración en el malogrado Galaxy Note 7.
No obstante, en el caso de los componentes aún no fabricados Samsung quiere indemnizar también a sus proveedores por los costes asociados a la compra de materiales.
Sobre cuánto le costará a Samsung indemnizar a todos los proveedores implicados en la fabricación del Galaxy Note 7 la compañía surcoreana guarda por el momento un comedido silencio.
Antes de que Samsung hiciera este anuncio, el gobierno y el Banco Central de Corea del Sur habían mostrado su preocupación por el impacto del fallido Galaxy Note 7 en la economía patria.
Samsung, que es hoy por hoy líder mundial en el mercado de los smartphones, tuvo que retirar el Galaxy Note 7 apenas dos meses después de que éste saliera al mercado.
Y el desastre provocado por el Galaxy Note se dejará notar inevitablemente en las cuentas de Samsung, que calcula que ganará 2.000 millones de euros menos de lo inicialmente previsto en el periodo comprendido entre julio y septiembre.