A pesar de que ya han transcurrido 15 años del siglo XXI, en el mundo de la empresa, en donde la competitividad es cada vez mayor, sigue habiendo un sorprendente número de compañías que aseguran que no necesitan departamentos de marketing dentro de sus organizaciones.
Lo que es más sorprendente todavía es que algunas de estas compañías obtienen importantes beneficios, haciendo que se refuerce la idea de la “inutilidad” de esta especialidad. Pues bien, en este artículo, me gustaría recoger y recordar algunas de las “inútiles” funciones del departamento antes mencionado:
- Búsqueda de oportunidades de negocio: ¿estamos en los mercados correctos? ¿dónde podemos encontrar nuevas oportunidades de negocio? ¿estamos recibiendo de forma correcta los inputs del mercado? El marketing es la llave para obtener las respuestas estas y otras muchas preguntas relacionadas con el mercado y los clientes de una forma sustentada, sin apelar al “olfato empresarial” de la directiva.
- Definición del público objetivo: ¿quién va a comprar nuestro producto? ¿dónde está nuestro comprador? ¿cuáles son sus hábitos?… una vez que tenemos una completa definición de nuestro core target es mucho más sencillo encontrarlo y poder mantener un diálogo fluido con él; en esta tarea nuevamente el marketing se convierte en la herramienta apropiada a emplear.
- Análisis de la competencia: ¿quiénes son? ¿a quién se dirigen? ¿tienen una cartera de productos similares a la nuestra o más amplia/reducida? ¿compiten con los mismos precios? ¿lanzan más o menos promociones? De qué otra manera si no a través del marketing se podría llegar a entender y anticipar los movimientos de nuestros competidores.
- Definición de estrategias de marketing: este punto hace alusión al conocido término de marketing mix y a las famosas 4Ps: producto, precio, promoción y placement. La combinación de estrategias en cada una de estas cuatro patas principales hará que el resultado obtenido sea óptimo.
- Diseño, implementación y control de promociones: una vez realizada toda la parte de investigación y sabiendo quiénes somos, contra quién competimos, a quién nos dirigimos y cómo está el mercado en el que nos movemos, tenemos que empezar a “seducir” a aquellos que hemos definido como objetivo. Cada acción que definamos ha de acompañar a los objetivos que pretendemos conseguir. Éstos tienen que ser revisados de forma constante. Si hubiera alguna variación en su consecución, habría que repasar la acción y/o su forma de implementación para detectar lo antes posible qué está fallando, hacer las rectificaciones pertinentes y alcanzar con éxito la meta propuesta.
En estos cinco puntos quiero recoger las funciones más importantes llevadas a cabo por los profesionales del marketing, me dejo fuera muchas otras como pueden ser la fidelización del cliente, generación de experiencia de marca, gestión de la comunicación, la publicidad? pero la finalidad de este post no es tanto recoger qué hacemos en nuestro día a día los “marketinianos”, sino más bien romper una lanza a favor de nuestro trabajo.
Lo más probable es que muchas de las compañías que carecen de estos departamentos tengan buena parte de estas funciones segmentadas y asignadas a diferentes cargos o departamentos que sí existen en sus empresas: dirección general, internacionalización, producción, finanzas, comercial? y de esta forma, hacen marketing pero sin darse cuenta. Si en estas empresas se crease un departamento que agrupe las actividades comentadas, se sacaría carga de trabajo a los departamentos que ahora mismo están asumiendo como propias labores que no lo son, y por tanto, están dejando de trabajar en su área de competencia.
Por estas razones, yo afirmo de forma rotunda que el marketing SÍ es necesario en las empresas, porque las funciones que hace este departamento son vitales para las propias organizaciones. Espero que el artículo haya contribuido a aclarar un poco a aquellas personas que no saben de forma certera qué se hace en esta profesión.