“Cuando teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas” Mario Bendetti.
El mercado ya no es el que era. Las reglas del juego han cambiado. El marketing y los métodos de venta tradicionales ya no funcionan como antes, así que nos toca aprender nuevos sistema para relacionarnos con nuestros clientes, sobre todo en el mundo online.
Las redes sociales llegaron para quedarse ¿estamos de acuerdo, verdad? y algunos profesionales y pequeñas empresas todavía no tienen demasiado claro cómo debe ser la relación en este nuevo escenario. Es natural, hemos experimentado grandes cambios en poco tiempo.
El marketing en Internet se basa en una relación de confianza que debemos crear con nuestros clientes potenciales. Debemos saber exactamente a quien nos dirigimos, conectar con ellos, hacer que nos sigan y, sobre todo, que confíen en nosotros.
¿De qué va esto? La filosofía es, crea tu comunidad de seguidores pero no intentes venderles nada. Ellos te tendrán en su “mapa” y, cuando necesiten algo, recurrirán a ti. La idea de vender tus productos o servicios explicando sus características ha pasado a la historia.
La idea de base pasa por desarrollar una marca profesional fuerte, es decir, un posicionamiento como experto dentro de un marco de igualdad y complicidad basado en contenidos de calidad que aporten verdadero valor.
La guinda del pastel es el posicionamiento en los buscadores, si conjugamos estos elementos, el éxito está asegurado.
Los clientes ya no quieren que les vendan, el marketing intrusivo y descarado ya no funciona. El cliente quiere decidir.
Si eres profesional de servicios, por ejemplo, abogado, terapeuta, arquitecto, coach, fisioterapeuta, etc. en tu estrategia en online no puede faltar un blog con contenidos de calidad, una página en Facebook atractiva y una cuenta en Twitter donde difundas contenidos relacionados con tu actividad. Tampoco puede faltar tu perfil en Linkedin.
Pero no sirve hacerlo de cualquier manera, es imprescindible utilizar con buen tino todos los recursos que el mundo online pone a nuestra disposición y mantener siempre la coherencia. Los cambios bruscos de estrategia suelen ser mal recibidos por los clientes, porque se perciben como falta de claridad y generan desconfianza. Recuerda, una mente confusa, no compra.
Partiendo de estas premisas, es muy probable que cuando una persona de tu comunidad necesite uno de tus servicios, acuda a ti, ya que estás en su lista mental de expertos en la materia y habrá creado una relación emocional contigo.
Lo más importante, es que habrás destacado por sobre la gran masa de profesionales que ofrecen servicios similares a los tuyos, tu posición será diferente, ya que has tenido la oportunidad de demostrar tu valía en el área profesional en la que trabajas.
Como decía uno de mis profesores de marketing “no hay chocolate para todos”, debemos diferenciarnos y mostrar qué es aquello en lo que somos diferentes y mejores de un modo honesto y consistente.