A los seres humanos nos encanta las buenas historias!!!. Necesitamos una buena historia para compartir una risa, derramar algunas lágrimas o disfrutar de una charla tomando una caña. Las marcas mas creativas trabajan de la misma manera, crean y cuentan historias que nos hacen conectar con ellas.
Una marca como Nike capta nuestra atención a través de la figura del héroe con el que todos queremos identificarnos; las marcas más creativas tienen éxito porque tienen en cuenta la necesidad humana básica de escuchar y contar historias. Marcas como Pixar, Patagonia, Coca Cola, Disney o Nike nos sorprenden, captan y despiertan nuestra imaginación a través de las historias – experiencias – que las rodean. Si pensamos en esas “marcas amadas” que todos tenemos en mente, detrás siempre existe una historia que de alguna manera nos vincula con ellas.
Disney es un buen ejemplo de una empresa que capta al niño que hay en cada uno de nosotros a través de sus historias atemporales y nos continua asombrando con un éxito tras otro. A pesar de que las películas tardan de tres a cuatro años en producirse, todo el mundo espera con impaciencia su próximo movimiento. Su éxito se basa en un excelente producto audiovisual basado en grandes historias dirigidas a todos los públicos. ¿O acaso piensas, que Disney trabaja solo el publico infantil?, agarra una película analízala y mas del 70% esta pensado para ti y tus hijos; con interpretaciones distintas pero la historia es la misma,
Nike es otra marca que lleva su historia un paso más allá. No sólo ha designado un “chief storyteller” para la empresa, sino que también requiere que cada nuevo empleado pase un programa de formación que le enseña el patrimonio de Nike, la historia y la cultura. Nike, como otras muchas marcas utiliza su historia para asociarse a la autenticidad y seguir siendo relevante para los consumidores. La realidad es que Nike de manera sutil e inconsciente nos empuja a todos a creer que somos atleta, sus historias son las tuyas generando un vínculo.
Mientras que las buenas marcas saben cómo usar su historia para desarrollar productos y servicios innovadores relacionados con el núcleo distintivo de su marca, las excelentes son capaces de progresar en sus historias a través del tiempo y adaptarse a la realidad del consumidor. Estas marcas saben cómo atender a su público, y se arriesgan en explorar nuevos territorios y oportunidades. Uno de los casos mas evidente es Lego, una marca que se mantiene fiel al mundo del juego pero que ha sabido evolucionar a lo largo de sus más de 80 años de historia. Con Lego, “construir” se convierte en una experiencia en todos los canales de comunicación; en los últimos años con una muy importante presencia digital e incluso llegando a los Oscar 2015.
Más allá de la elaboración de una historia única e inspiradora y su integración en todos los niveles de la organización, las marcas más creativas tienen una cosa en común: el valor de confiar en sus instintos. En algunas áreas, las tendencias de mercado y la investigación pueden contribuir a un cierto grado de certeza, pero al final todo se reduce al instinto y la pasión por la idea que se genera; es lo que separa a una historia de éxito de una realidad sin historia.
Al final, la diferencia entre una idea mediocre y una buena idea dicta quién se hunde y quien triunfa. Las historias creativas contribuyen a la simplificación de las decisiones de compra, en consecuencia, aumentan las ventas y ofrecen oportunidades. Las mejores ideas obligan a romper los patrones convencionales y establecidos con el fin de proponer estrategias y oportunidades de negocio que sean diferenciadoras. Las marcas más creativas destacan porque inspiran y emocionan. Cuentan historias que nos llevan de “viaje”, generan emociones e impactan de manera duradera en nuestras vidas.
En definitiva, si tienes una marca crea una historia, o mejor aun, si tienes una historia crea una Marca.