Uno de los grandes sueños y objetivos de muchas empresas y marcas, es sin duda el conseguir que sean sus propios usuarios y clientes los que se conviertan en auténticos prescriptores y las recomienden a otros.
Las recomendaciones y el boca a boca, siguen funcionando de una forma que muchos ignoran, pensando que la llegada de lo digital y lo dospuntocero relega a la recomendación de un producto o de una marca a un segundo plano, y, nada más lejos de la realidad, puesto que las redes sociales y el Social Media en general pone más en boga, si cabe, la importancia de las recomendaciones, puesto que estas tienen la capacidad de viralizar esa recomendación, con lo que puede llegar más lejos. Lo mismo pasa con las críticas, como ya sabemos.
Pero una recomendación, algo tan simple, es a la vez muy complicado de conseguir, puesto que requiere de un complejo proceso, si queremos llamarlo así. La marca debe marcar y seguir un camino, a veces difícil, que empieza en la propia conciencia de marca.
Así, es necesario que la empresa tome conciencia de que es una marca, cuáles son sus objetivos, y cuál es su propia personalidad, así como de esforzarse en desarrollar una estrategia adecuada sobre la que formar su propia comunidad y posicionarse como referente en su sector.
Si se hace de forma adecuada, los beneficios son muchos. Beneficios que proporcionan la consideración de los usuarios. Es en este estadío en el que los usuarios empezarán a conocernos y a interactuar con nosotros, considerándonos como marca relevante, o no, dependiendo de las acciones que desarrollemos, aquello que ofrecezcamos e incluso dependiendo del contenido que compartamos, ya sea propio o no.
De la consideración por parte de los usuarios provendrá un mayor interés hacia nosotros y hacia nuestro producto o servicio, ganaremos la confianza de los usuarios y conseguiremos que adquieran lo que le ofrecemos, o lo que es lo mismo, aumentaremos nuestras conversiones.
No cabe duda de que como marcas necesitamos ofrecer un producto de calidad con el que poder obtener las conversiones de las que hemos hablado, y que, por otro lado, como consecuencia de un producto excelente y una mejor atención al cliente en todas las fases del proceso de compra, conseguiremos un cliente fiel, que volverá a nosotros en el momento que necesite satisfacer una necesidad. Es decir, sin iniciativas ni valor añadido, es difícil que otros recomienden nuestra marca.
No debemos olvidar que el cliente acude a quien le soluciona los problemas, y, si ofrecemos un buen producto, una excelente atención al cliente y una fidelización contínua, no cabe duda de que el cliente nos recomendará a otras personas.
Este es el objetivo a conseguir, y de esta manera, lo habremos logrado.