Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio. “El éxito no es algo que se logra, sino algo que se hace regularmente día a día. Hablar con el Señor tu Dios te ayuda a poder llevar el día a día como tu quieras”.
Todos tienen la oportunidad de alcanzar el éxito si se lo proponen, para ello deben considerar que éste involucra, constancia, concentración, conocimientos, entusiasmo, motivación, aprovechamiento de la oportunidad, dedicación, aspectos que no deben ser descuidados.
Nos corresponde a cada uno lograrlo, identificarnos con la labor que queremos alcanzar, con la meta establecida, la constancia que requiere para no dejar pasar la oportunidad de alcanzarlo.
El éxito en cualquier actividad humana no se debe a factores externos, sino a factores personales, es falso que la suerte haga que nos vaya bien y es totalmente verídico que los que tienen éxito son las personas o equipos que trabajan ” adecuadamente”. ¿Cuantas veces nos hemos preguntado a nosotros mismos porque no ganamos con la frecuencia que quisiéramos?.
La respuesta a esta inquietud probablemente es que no somos constantes, no tenemos disciplina y perseverancia en las actividades que realizamos. A que no realizamos las tareas, acciones con la plena conciencia de nuestros actos y con la capacidad que da el prepararse para desarrollar una actividad con ese afán que se requiere para lograrlo.
Cuando se hace referencia a que no se genera la suficiente motivación, nos referimos a hacer las cosas con la plena conciencia de nuestros actos y con la capacidad que da el prepararse para desarrollar una actividad. Se trata, de desarrollar una actividad habiendo analizado su alcance, repercusiones, todo lo que ella puede producir. Se requiere ponerla en práctica, habiéndose considerado todos los requerimientos necesarios para fortalecerla y que conlleve a lograr lo que se busca exitosamente.
Los Salmos 1: 1-3 nos aporta al respecto, que Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado, y en el asiento de los burladores no se ha sentado. Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja. Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que haga tendrá éxito.
Isaías señalaba: Porque tal como la lluvia fuerte desciende, y la nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.
En el Libro de Las llaves de la Vida, se encuentran frases significativas para ser consideradas en pro del éxito. como: “No es la voluntad, sino el deseo, lo que gobierna al mundo”.
“La puerta de la oportunidad nunca está cerrada. Tendrás constantemente todo lo que puedas tomar”. “El destino del hombre no es la pobreza y los sufrimientos, sino una vida elevada y armoniosa”. “la imaginación es la mas divina de todas las cualidades del hombre, la que lo acerca mas a Dios”. “¡Aspira a lo alto! ¡Si no puedes alcanzar la luna, alcanzarás una estrella!”. “Nadie ha fracasado mientras pueda empezar de nuevo. No hay fracaso posible en una lucha que tiene por objeto adquirir lo que con justicia deseamos en la vida”. “Cuando comprendas que tienes derecho de triunfar, triunfarás. Cuando comprenda que tienes el derecho de poseer, poseerás…” Al final del libro, el autor dice: “Si ya has empezado a comprender este tesoro, (la mente) y a usarlo aun cuando sea sólo una parte pequeñísima de el, la cosa mas maravillosa que puede pasar en este planeta te ha pasado a ti. Porque eso significa que un ser humano, afligido con todos los sufrimientos y terrores que tan erróneamente parece ser la herencia del hombre sobre la tierra, ha aprendido la Ley de la Vida.
Jorge Luís Castillo nos aporta sobre el tema, que no hay que olvidar, que no importa lo que sea, puedes tenerlo. Todo lo que desees con intensidad, con propósito firme y sincero, puede ser tuyo. Pero lo esencial, lo importante, es saber lo que deseas, formar en tu mente una imagen clara y precisa.
Aunque parezca extraño, muy pocos saben lo que quieren. La mayor parte lucha de una manera vaga, esperando que algo aparezca. O se abisman tanto en la lucha, que olvidan –si es que alguna vez lo supieron el objeto de esa lucha. Son como un hombre que se ahoga –usa mucha mas energía de la necesaria para llegar a la meta, pero la malgasta en esfuerzos sin objeto, sin pensamiento, sin dirección, debilitándose sin obtener resultados satisfactorios.
Es necesario saber lo que se quiere antes de que se pueda obtener; tienes en tu mente poder ilimitado, pero uno tiene que formular el deseo.
El reino de la mente, tiene todo el poder práctico que existe, uno puede poseer todo lo que se desee. Pero hay que exigirlo, visualizarlo, hacerlo una realidad. . . y será de uno. Porque el Genio de nuestra Mente puede dar poder sobre todas las circunstancias, salud, felicidad, y prosperidad. Todo lo que se necesita es un deseo intenso y sincero.
Téngase presente: “Bienaventurados aquellos que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán satisfechos”.
No nos sorprende saber que hay muchos seres que están cansado de las privaciones, de la rutina de los días que nada producen. Cansado de las penas y sufrimientos que parecen ser destino del hombre sobre la tierra.
Hay siempre algo dentro de uno algo que lo induce a desear cosas mejores, que evita tener momento de paz, de descanso. Ese “algo” es lo mismo que hizo que Colón atravesara el océano; que obligó a Aníbal a cruzar los Alpes; que hizo de Henry Ford, un pobre mecánico a los cuarenta años, el hombre mas rico del mundo a los sesenta.
Ese “algo” dentro de uno, repite sin cesar que puedes lograr, realizar, todo lo que quieras hacer, que puedes ser todo lo que quieres ser, que puedes tener todo lo que quieras tener.
Ese “algo” dentro de uno es nuestro ser inconsciente, nuestra parte de la Mente Universal, el Genio del cerebro. Los hombres le llaman Ambición, y “Feliz es el hombre a quien el Demonio de la Ambición se manifiesta en nuestra vida, sabiéndola controlar”.
Se nos agrega no olvidar, que el mundo nos pertenece. Nos debe no tan sólo los medios de sustento, sino también todas las cosas buenas que puedas desear. Pero hay que exigir esas cosas. Evitar el miedo, los temores, dominar, no temblar. Hay que aplicar la ley de la abundancia a tu vida.
La esencia de esa ley es que tienes que pensar en la abundancia, ver la abundancia; sentir la abundancia. No dejes que ningún pensamiento de limitación se apodere de tu mente. Visualiza la abundancia de todas las cosas que desees, y harás una realidad en nuestra vida.
Toda la energía, todo el poder, todo lo que puede ejercer cualquier influencia sobre nuestra vida, está en nuestras manos por medio del poder del pensamiento. Dios –el Bien es el único poder que hay, y uno es a él, lo que los rayos del sol son al sol. Nuestra mente es parte de su mente, y uno puedes depender de El en la misma manera que los rayos del sol dependen de su fuente, para la luz y el calor que traen a la tierra.
Definitivamente en la medida que nos adentramos en nuestro potencial humano que traemos, en lo que podemos alcanzar si lo sabemos manejar, utilizar adecuadamente, en pro de aquello queremos alcanzar, con fe, tesón, entusiasmo, constancia, dedicación, pues el éxito lo estará esperando.
Toda persona es ganadora solamente que a veces nos damos por vencidos cuando en el primer intento las cosas no resultan como las planeamos, una de las razones, puede ser por que no realizamos la planificación adecuada, o porque no deseamos tal logro de corazón, recordemos que todo lo que visualizamos con fuerza en nuestra mente es concedido.
El éxito nos persigue a lo largo de nuestra vida, ya que esta es una carrera en donde nos enfrentamos día tras día con retos.