Con el objetivo de frenar la extranjerización de la industria cárnica, federalizar la exportación de carne de calidad e integrar a los productores ganaderos al comercio exterior, el oficialismo impulsa en el Congreso un proyecto de ley para modificar radicalmente la distribución de la cuota Hilton, como se denomina al cupo de carne de calidad que la Argentina puede exportar a la Unión Europea en condiciones preferenciales.
Si prospera la iniciativa, redactada por el diputado kirchnerista cordobés Alberto Cantero y acompañada por su par de bancada Mercedes Marcó del Pont, las 28.000 toneladas de la cuota -valuadas en cerca de US$ 400 millones- se repartirán con un criterio completamente distinto del utilizado hasta el presente. En principio, será condición para acceder a esa posibilidad ser una empresa de capital nacional. “En el marco de la ley 21.382 de radicación de capitales, son aquellas en las que el 51 por ciento de las acciones está en manos de empresarios locales”, aclaró Cantero. Así, podrían quedar fuera del reparto los frigoríficos recientemente adquiridos por capitales extranjeros, puntualmente por los grupos brasileños JBS-Friboi y Marfrig, y los norteamericanos Cargill y Tyson Foods.
En los últimos años, la Secretaría de Agricultura distribuyó la cuota en función de la trayectoria exportadora de las empresas -que se conoce como past performance -, lo que concentró el negocio entre unas 50 empresas. A partir de ahora, el 55% del volumen se distribuirá entre las provincias que más stock ganadero tengan; el 20% se entregará en función de la past performance ; el 15% a grupos de productores asociados con frigoríficos, y el 10% restante se repartirá discrecionalmente entre pequeñas y medianas empresas.
En el nuevo esquema, que el Congreso comenzará a analizar una vez resuelto el actual proceso electoral, los frigoríficos deberán pujar por los cupos en subastas públicas provinciales. La cuota saldría a remate en módulos de 40 toneladas cada uno con un precio base de 3000 pesos. Con los fondos recaudados, el Estado financiará programas de fomento de la producción bovina de alta calidad.
El apoyo de Marcó del Pont, una legisladora cercana a la candidata presidencial del oficialismo, Cristina Fernández de Kirchner, hace pensar que la iniciativa tiene el suficiente plafón político como para avanzar en el recinto. “Este proyecto abre un debate muy interesante que permite incorporar a la discusión temas tan fundamentales como la distribución del ingreso, entre las regiones, los productores y las personas de todo el país”, afirmó la legisladora.
Iniquidades
Para el presidente del Consorcio de Exportadores de Carne ABC, Mario Ravetino, “el criterio de territorialidad no ha conseguido el objetivo perseguido de fomentar la instalación de industrias en las provincias. Y tiene la desventaja de que crea iniquidades entre las provincias porque a distritos con un stock ganadero importante y escasa presencia de frigoríficos, los beneficia -como a Córdoba y Entre Ríos-, y los que tienen un stock ganadero también importante y mucha industria frigorífica las castigas terriblemente, como a Buenos Aires y Santa Fe”.
En el consorcio ABC está representada la amplia mayoría de las empresas exportadoras. Para Ravetino, la condición de ser de capital nacional “va a crear otra iniquidad porque el productor que le venda a una empresa de capitales internacionales se va a ver perjudicado en los precios que reciba y los trabajadores van a tener menos posibilidad de empleo”.
