En el mercado de los productos y servicios de seguridad corporativa, hay una gran cantidad de ofertas de “paquetes”, de variado origen y costo.
Para una casa o un comercio pequeño se suelen proponer 2 o 3 sensores. Otros paquetes incluyen, por ejemplo, alarmas monitoreadas, sistemas infrarrojos, sirenas, etc. También se ofrecen circuitos cerrados de TV, controles de acceso de variado tipo, y muchos otros elementos tecnológicos que brindan una sensación de tener todo bajo control.
Sin embargo, algo que no se plantea es si la empresa realmente necesita esta parafernalia de aparatos, y en caso de ser así, si se realizarán todos los ajustes necesarios para darles el uso adecuado.
Concretamente, los paquetes de seguridad no contemplan las particularidades que puede tener cada cliente. Por ejemplo, hay muchas empresas donde el personal no trabaja todo junto en el mismo horarios; no tiene un lugar fijo asignado por lo que según la tarea se desplaza de distintas maneras dentro del edificio; se adquieren materias primas distintas a diferentes proveedores, y en cada día de la semana puede realizarse otra rutina.
Hay empresas que reúnen toda su recaudación cierto día del mes, pero en otras eso sucede cada cierto número de días. En algunas compañías se deben proteger productos pequeños pero muy costosos, mientras que en otras se almacenan grandes volumenes .
Las hay que tienen como vecinos un asentamiento ilegal; otras tienen muros muy altos o muy bajos. Y como se puede comprender, las necesidades de cada una en cuanto a seguridad serán muy diferentes.
Y si bien es cierto que la compra de alarmas de seguridad en un kit o paquete pre-armado puede parecer más accesible y ser útil, al no tener en cuenta las particularidades del lugar donde se las va a instalar y su forma de uso, pierden un gran porcentaje de su eficacia. Para dar ejemplos sencillos: algunos hogares instalan un detector de movimiento, sin tener en cuenta que los perros los activarán muchas veces por día . con lo cual lo terminan desconectando. O algunas empresas colocan controles de acceso en la puerta principal. pero no tienen en cuenta que hay entradas sin proteger en el depósito! Con lo cual, instalar un kit standard de seguridad puede terminar siendo mucho más costoso que adoptar un sistema a medida.
Por otro lado, muchas veces el usuario desconoce cómo está armado el paquete, y que servicios incluye (hay que tener en cuenta que “monitoreo” es una palabra muy general).
Como recomendación, podemos señalar que los kits de seguridad básica pueden ser útiles siempre y cuando se tenga conciencia que son genéricos; se entienda que puede no alcanzar para brindar el cuidado adecuado a todo lo que se desea proteger, y se soliciten todos los ajustes necesarios. Sin duda, esto se realizará de la mano de un experto que analice cuidadosamente el lugar, y determine qué tipo de seguridad es necesaria.