Sony está intentando hacer las cosas bien, un paso a la vez. ¿Será suficiente?
Para ser honestos, Sony ha dejado bastante que desear a lo largo del último tiempo, sin embargo la marca está tratando de dejar de lado esta etiqueta para, quizá, hacer las cosas un poco mejor. En su exposición de hoy en el Mobile World Congress, los japoneses presentaron varios nuevos teléfonos, entre los que destaca su nuevo tope de línea, XZ Premium.
El teléfono llega para actualizar su pasada versión, con un hardware mejorado que está dejando a todos bastante contentos y tranquilos después de todo: una pantalla 4K de 5.5 pulgadas protegida con Gorilla Glass 5, procesador Qualcomm Snapdragon 835, 4GB de RAM, cámara trasera de unos inexplicables 19 MPx (menos que su antecesor, pero aún así es capaz de capturar video en slow motion a 960 fps) y frontal de 13 megapixeles, batería de 3230 mAh, entre otras varias especificaciones técnicas.
Si bien aún no contamos con un valor estimado, además de tener que esperar al segundo trimestre de 2017 para verlo en las vitrinas, el mismo está provocando una cierta alegría por parte de los fans -y medios- de Sony, algo que no ocurría desde hace bastante tiempo ya.
A pesar de lo anterior, y este es el punto negro de toda esta historia, la marca no ha sido capaz de rediseñar sus modelos para darles un toque más fresco, recurriendo siempre a la fórmula de aparatos rectangulares que, a simple vista, pueden parecer incluso algo toscos. De la misma manera, los nombres de los nuevos aparatos que fueron presentados en la ocasión continúan siendo algo crípticos en primera instancia (XA1, XZs, XA1 Ultra, etcétera), no aportando de buena manera al branding de la compañía. Es de esperar que en el futuro las cosas comiencen a cambien para mejor, sin embargo lo que hoy tenemos frente a nosotros podría ser interpretado como una muy buena primera señal.
Fuente: Wayerless