Starbucks incursionó en el mercado colombiano con el desafío de seducir a una sociedad que literalmente se ha criado con este grano. Desde su llegada al país la compañía estadounidense tuvo que asumir el rol antagónico de la historia protagonizada por Juan Valdez y su noble Conchita.
A pesar del pánico que sintió un sector de la sociedad y de la economía por la llegada de Starbucks a Colombia, la historia parece cambiar luego del primer año de operaciones de la marca en el país, ya que Juan Valdez se mantiene firme en el mercado.
Así lo demuestran las cifras financieras del primer semestre del año de la principal marca de café. En ese período, los ingresos operaciones de Juan Valdez superaron los $97.000 millones, lo que supone un aumento del 25% frente a los primeros seis meses de 2014. La utilidad neta acumulada, por su parte, ascendió a $5.119 millones en el primer período de 2015, un 216% más de lo que alcanzó la compañía a junio de 2014 ($1.618). “La marca de los caficultores colombianos logró consolidar su crecimiento y fortaleza en el mercado nacional e internacional”, explicó Juan Valdez en un comunicado de prensa.
De hecho, entre enero y junio de este año, la empresa inauguró 11 tiendas en Colombia, y otras cuatro en Chile, Kuwait, El Salvador y Ecuador, con lo cual ya suma 322 en 15 países. Consultado por este medio, el director de operaciones de Starbucks en Colombia, Jaime Press, sostuvo que en términos generales las ventas de las empresas dedicas al café han aumentado significativamente en los últimos meses. Aunque no precisó el monto, ni el crecimiento de la empresa a su cargo por cuestiones de confidencialidad, sí reveló que desde la apertura de la primera tienda han atendido a más de 750.000 personas, es decir, unas 45.000 semanalmente.
Dinero constató en Bloomberg que el EBITDA de Starbucks, un indicador que calcula la utilidad de las empresas sin tener en cuenta impuestos e intereses, fue de casi $10 billones desde su fundación en Colombia.
¿Les cambió la percepción a los colombianos?
La antesala de Starbucks en Colombia estuvo enmarcada por dos posturas, por un lado la celebración de aquellos que defienden el libre de mercado, y por el otro, los que creían que la industria local se iba a ver afectada.
“Desde que llegamos al país sentimos el gran reconocimiento y apoyo de todos aquellos que conocen la realidad de lo que nuestra marca ha hecho por el café de Colombia”, sostuvo el directivo de la empresa norteamericana. Pocos saben que la relación entre Colombia y Starbucks, la multinacional con sede en Seattle (Washington), empezó hace varios años. Aunque la empresa no tenía presencia directa en el país, desde su fundación en 1971 les ha comprado el grano a los caficultores colombianos.
Luego de 43 años de relaciones a distancia, la empresa arribó al país y ya va en la décima tienda, todas de ellas en Bogotá. Aunque la empresa se puso la meta de tener 15 puntos al finalizar este año, el propósito se verá aplazado por el difícil panorama económico global que ha provocado que la importación de maquinaria y otros insumos se complique, según explicó Press. Y agregó que a pesar de ese escenario, Starbucks mantiene su postura de invertir US$30 millones en los próximos cinco años para su consolidación en el mercado colombiano, en donde prevén expandirse a otras ciudades. Sin embargo, esto no ocurrirá hasta que la empresa no logre afianzarse en Bogotá, ciudad en la que cuenta con unos 170 empleados directos en distintas áreas.
Jaime Press también quiso desmentir el rumor de que Starbucks les compra el café a bajo precio a los campesinos colombianos, pues según él, la compañía lo adquiere hasta nueve puntos porcentuales por encima del valor en el mercado, que es de US$113 centavos por libra (al 18 de septiembre). “Somos un muy buen comprador, nos aseguramos de llevar el grano premium y lo pagamos muy bien”, precisó el ejecutivo, quien destacó que su empresa también adelanta una serie de programas de capacitación que han impactado a más de 75.000 familias cafeteras en Manizales.
Finalmente, Press se refirió a la elección de Roberto Vélez como el nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), a quien le deseó muchos éxitos en su gestión. “Es nuestro espíritu mantener las mejores relaciones con la agremiación”, agregó.
De hecho, en una conversación con este medio Roberto Vélez afirmó que la llegada de más compañías al país favorece al sector del café, que se reinventa con nuevos productos para no perder terreno frente a otras bebidas como el té e incluso las energéticas.