En Taiwán la atención médica es considerada un derecho humano fundamental. En igual sentido, la Organización Mundial de la Salud –OMS- sostiene como su lema la búsqueda por una cobertura universal de salud. Taiwán, pieza fundamental y ausente del mapa sanitario global, reclama la oportunidad de compartir su experiencia en la 71ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS), órgano decisorio de la OMS, que tendrá lugar del 21 al 26 de mayo en Ginebra.
La OMS tiene el objetivo central de elevar los niveles de la salud humana a través de una cobertura de salud universal y necesita de la participación de Taiwán para establecer un sistema sólido de salud mundial. En Taiwán, el exitoso programa de seguro nacional de referencia global –NHI- permite a los usuarios acceder a una amplia gama de servicios a precios razonables. Desde la implementación del programa, la expectativa de vida en Taiwán se elevó de 74,5 a 80,2 años, una experiencia digna de ser compartida.
Desde 2009, y por 8 periodos consecutivos, Taiwán ha participado en las reuniones de la Asamblea de la OMS, dando su aporte en la mejora de las redes regionales y mundiales de prevención de enfermedades. Su exclusión desde el año 2017 de la 70ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS) como observador viola, obviamente, los preceptos fundamentales de la Carta de la Asamblea General de la OMS.
Según el reporte 2015 de la OMS, alrededor de 2 millones de muertes ocurren cada año debido a la contaminación de la comida y del agua. La exclusión de Taiwán, 18° importadora y exportadora mundial, plantea una amenaza al sistema alimentario y de salud global. Además, Taiwán comparte similitudes medioambientales con los países vecinos que pueden favorecer la transmisión de epidemias, como quedó evidenciado con la crisis de SARS (síndrome respiratorio agudo severo). Situado en una posición clave en el este de Asia, Taiwán debería ser invitado a asistir a la próxima Asamblea en el año 2018.