Antes solía pasar que los productos de marcas privadas se presentaban ante los consumidores con un presupuesto ajustado. Sin embargo, se ha producido un cambio a nivel global relativo a la confianza del consumidor sobre las marcas que encuentran en las tiendas que ha pasado a ser más positiva.
Para aprovechar esta tendencia las empresas del retail en EEUU pueden hacer algunas cosas para ayudar a las marcas de los distribuidores a competir con las marcas más conocidas.
Por ejemplo, desde Nielsen señalan que los productos de marca privada no funcionan bien en entornos donde existe una mayor tasa de innovación, donde existe una alta diferenciación de productos, un fuerte apoyo a las iniciativas de marketing, en los que existe un fuerte valor de marca y los que entornos que presentan un mayor ciclo de compras y mayores actividades promocionales.
Un reciente estudio de Nielsen señala que el 34% de los consumidores estadounidenses que han participado en su última encuesta están dispuestos a pagar un precio más alto por los productos de marcas privadas ya que señalan que vale la pena pagar un poco más por ellos.
Por otro lado las “name brands” presentan mayores dificultades para competir con las marcas propias en aquellas categorías que presentan los siguientes atributos: diferenciación mínima y un bajo valor de marca, alta sensibilidad al precio junto a una alta frecuencia de compra y una tasa de innovación baja.
Por lo tanto ¿dónde está la fórmula del éxito para ambos tipos de marketing? Las etiquetas privadas han llegado para quedarse y uno de los secretos de su éxito reside en la amplitud de surtido que amplia automáticamente las ventas. Lo que deben perseguir las empresas del retail es la selección correcta y no sólo centrarse en intentar llegar a todos los consumidores.
Hay que saber a dónde se dirigen las empresas puesto que las decisiones de qué grupos excluimos y cuáles no deben realizarse con sumo cuidado puesto que el mercado del retail está fragmentado y hasta un 31% de las ventas proceden de los líderes en cada categoría, un 17 de las marcas de distribuidores y un 52% de todo lo demás.
Es muy importante la idea de que todos los fabricantes deben adoptar una mentalidad de colaboración y ayuda a las empresas del sector del retail para conseguir aumentar su visibilidad en las tiendas a través del uso de ambos tipos de marcas o etiquetas considerando las oportunidades que ofrece una promoción conjunta.