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Tres puntos clave que no deben pasarse por alto en su estrategia virtual

La virtualización se está convirtiendo en el mantra omnipresente de la que probablemente cada TI profundo ha escuchado, pronunciado y leído en los últimos años. También ha llegado su auténtica popularización, y sabemos que solo es cuestión de tiempo antes de que se asome en su administración y pinche su estrategia TI, regocijándose con frases como “ese back up de nube tiene buena pinta, ¿porqué no podemos hacerlo?”. Con el fin de luchar contra ello, tendrá que hacer frente de modo simultáneo con actualizaciones de servidor, migraciones, llamadas de ayuda de escritorio interminables y una multitud completa de otros problemas que a menudo son desagradables en lo que respecta a su resolución.

Definitivamente, la implementación para la virtualización de su infraestructura completa TI no es algo que deba tomarse a la ligera. Como resumen no completo, definitivo y muy sucinto, se debería incluir:

– Decidir qué máquinas son las que se van a virtualizar (de forma completa o parcial).

– Decidir a qué requisitos de hardware/software, basados en su plataforma virtual, se va a migrar, por ejemplo, “Hyper-V”, “VMware” o “Xenapp”.

– Construir una plataforma comenzando con unos pocos servidores/estaciones de trabajo y probarlas de forma consecuente – su rendimiento y consumo de recursos.

– Construir un backup adecuado para su redundancia/fallos y herramientas de establecimiento para controlar y corregir sus problemas de rendimiento.

Por supuesto, los beneficios hablan por sí mismos; reducción del hardware, administración central, ahorros operativos e incluso beneficios medioambientales – menor consumo energético (o contaminación de hardware como podríamos denominarlo de forma afectiva). Las ramificaciones de la implementación de un entorno virtual son muy diversas. Pero, ¿cuáles son los aspectos negativos?

Cada recurso dentro de una plataforma virtual se comparte, sobre todo el hardware subyacente (CPU, memoria, etc). Las máquinas virtuales del huésped no son conscientes de otros invitados que comparten recursos en el mismo huésped, algo que podría llevar a la competición entre las máquinas de los invitados, cuando las tareas de mantenimiento de hospedaje, como escáneres AV y defragmentación se utilizan al mismo tiempo en todas las máquinas. En general, todas las tareas que hacen un uso intensivo de recursos, si se ponen en marcha por medio de todos los invitados al mismo tiempo, podrían afectar al rendimiento del huésped. Otro contratiempo es que, dentro de una plataforma virtual, si el rendimiento de una máquina se ve afectado, afecta a la máquina también al igual que al resto de los que comparten el mismo hospedaje.

Existen tres puntos vitales que a menudo se pasan por alto con facilidad:

1. Cuellos de botella I/O y degradación de rendimiento creada por la fragmentación acelerada – la acción de romper un archive en piezas y escribirlo en localizaciones dispersas del disco – en las plataformas virtuales.

2. Discos virtuales que se establecen para su crecimiento dinámico y que no se contraen de nuevo cuando se borran los datos. En su lugar se dedican a malgastar el espacio libre.

3. Máquinas virtuales que compiten por los recursos compartidos I/O y cuyo uso no se le da prioridad de forma eficaz a través de la plataforma.

Estas barreras podrían resultar en un rendimiento de las prestaciones de las máquinas virtuales y derrotar al objetivo completo de migración a una plataforma virtual. La solución está en la optimización de los sistemas y su realización sin conflictos de recursos. La eliminación de la fragmentación a nivel de sistema de archivos podría conseguir una menor cifra de I/O’s generados, evitando un exceso/división innecesaria de I/O’s enviados al subsistema del disco. Las menores solicitudes de I/O suponen estándares más elevados para el rendimiento y fiabilidad I/O.

“Una de las áreas clave para cualquier proyecto de virtualización bueno es la optimización de rendimiento. Algunos tienden a centrarse en sus esfuerzos de optimización en torno a la CPU y la memoria, pero no consideran los efectos que las máquinas virtuales y fragmentación de archivos pueden tener dentro de un entorno virtual. La defragmentación puede ayudar de modo considerable con los problemas de latencia de disco, relevando muchas de las presiones y cuellos de botella asociados a la consolidación de los canales de discos I/O”, comentó David Marshall, de VMblog.com (http://vmblog.com/)

El espacio de disco es un recurso valioso, y cualquier espacio gastado en un entorno virtual es completamente inaceptable. El control continuado del espacio utilizado, sobre todo dentro de un entorno dinámico, es necesario, y el espacio no utilizado dentro de los volúmenes debe devolverse al grupo disponible para usarse por medio de otras máquinas que lo necesitan.

Un mejor rendimiento y un mejor espacio de almacenamiento son ambos elementos de eficacia prometida por medio de la virtualización. La mejora de la eficacia en ambas áreas puede servir para conseguir un despliegue fuera de las tablas en relación a la promesa de la virtualización. V-Locity, un optimizador de disco de la plataforma virtual, proporciona una solución completa para las carencias virtuales indicadas anteriormente, Si desea más información visite http://www.diskeeper.com/v-locity