Según el International Business Report de Grant Thornton, la gran mayoría de las empresas medianas argentinas (67%) cree que las empresas entienden la severidad del riesgo digital. Dentro de lo que es riesgo, un 39% está de acuerdo con que, debido a nuevas regulaciones, se le ha prestado más atención a los problemas de privacidad que a la ciberseguridad en los últimos años.
Desde Grant Thornton recomendaron manejar todo el riesgo digital en forma colectiva, y como dice el informe, el 39% de las empresas ya lo hace: tienen un proceso en marcha que revisa las ciberamenazas, la privacidad de la información y las alteraciones a las operaciones en conjunto.
En cuanto a sus capacidades, se les preguntó cuán satisfechas estaban con algunas habilidades actuales. Se obtuvieron porcentajes similares de satisfacción en todas las categorías, las cuales fueron:
• Identificar que ha ocurrido una violación a la seguridad (28%) • Protegerse contra el riesgo de una filtración severa (33%)
• Responder a un incidente de gran tamaño en forma consistente a través de toda la empresa, sin importar dónde o cuándo suceda (33%) • Conducir una evaluación completa posterior al incidente (29%) • Detectar riesgos nuevos y emergentes relacionados a lo digital (32%)
Por otro lado, se habló también de debilidades, pidiéndole a las empresas que elijan cuáles eran sus puntos débiles en materia de protección cibernética. La más común entre los encuestados, elegida por el 48% de las empresas, es depender demasiado en que el software haga todo el trabajo. Le sigue el hecho de que los empleados no logran entender de qué riesgos son responsables, con un 31%. Por último, un 17% cree que su estructura de administración del riesgo digital está desactualizada o que no es adecuada para lo que se quiere lograr. Un 23% de empresas no sabe cuáles son sus puntos débiles.
Más de la mitad (57%) está de acuerdo con que las empresas de seguros deberían mejorar su oferta de protección contra el riesgo de privacidad de la información.
Un 53% piensa que a los clientes no los motiva la confianza en términos de privacidad, a diferencia de lo que cree la mayoría. Habrá que ver que es lo que realmente sienten los que están del otro lado.