El Global Innovation 1000 es un informe anual de la consultora Booz & Company sobre las prácticas de innovación de las principales corporaciones del planeta.
En la edición de 2009, el informe se ha centrado en el impacto de la crisis económica sobre estas actividades y los planes de las empresas para afrontar la situación.
Un panorama global de la innovación en tiempos de crisis
Dos de cada tres empresas han mantenido o aumentado su gasto en I+D en 2008, a pesar de que un 34% informó que sus ingresos netos se vieron drásticamente reducidos. Sólo una cuarta parte de las 1000 empresas que más invierten en I+D en el mundo recortaron sus presupuestos de investigación.
En su conjunto, estas compañías aumentaron su gasto en innovación en un 5,7% respecto del año anterior, realizando una inversión total de 532 mil millones de dólares.
Según David Suárez, vicepresidente y socio director de Booz & Company en España, “esta tendencia en el aumento de las inversiones en I+D, incluso en una situación económica difícil, muestra que la innovación está integrada en los planes estratégicos de las empresas. Es, sin duda, un componente esencial para diferenciarse en un mercado competitivo y exigente, independientemente del ciclo económico”.
Más del 90% de los encuestados declararon que la innovación forma parte de los planes de sus empresas para afrontar la recuperación. El 70% afirmó que mantendrá o aumentará la inversión en I+D durante el presente ejercicio.
La inversión en innovación, por rubro de actividad
Si bien a nivel agregado se ha registrado un incremento en los presupuestos de innovación, el impacto de la crisis ha variado ampliamente en las diferentes industrias.
En 2008, dos tercios de la inversión global en I+D se concentró en tres sectores: informática y electrónica (27%), salud (23%) y automóvil (16%).
El sector de la salud lideró la inversión en I+D como porcentaje de las ventas, con un 12%, seguido de las empresas de software e Internet con un 11,4%. En cambio, la inversión en investigación como porcentaje de las ventas descendió un 1,4% en el sector de las telecomunicaciones y un 0,9% entre las empresas químicas y del sector energético.
Compañías de software e Internet: Estas empresas claramente han visto a la recesión como una oportunidad. Ocho de cada diez firmas que conforman el top 10 de inversión en I+D en este sector han aumentado su gasto en investigación respecto al año anterior.
Informática y electrónica: La inversión en I+D de estas empresas creció más de un 4%. Sin embargo, la proporción de compañías del sector que aumentaron su gasto en innovación no ha cambiado respecto al año pasado.
La crisis automotriz: Si bien la industria del automóvil es la tercera que más invierte en innovación, también ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis.
Nueve de cada diez de las automotrices que más invertían en I+D han recortado sus presupuestos en 2008. El 60% de las empresas de automóviles incluidas en el estudio disminuyeron en 2008 sus gastos en investigación.
Sin embargo, el 40% restante incrementó sus presupuestos de I+D lo suficiente como para que la base neta del gasto global en innovación aumentara ligeramente (0,6%) respecto al año anterior.
La innovación, por áreas geográficas
Las corporaciones con sede en los Estados Unidos, Europa y Japón siguen representando el 94% del gasto total en innovación de las 1000 empresas que más invierten en investigación en el mundo.
Todas las regiones, incluyendo China e India, aumentaron su gasto en I+D respecto al año anterior, pero lo hicieron a tasas más lentas.
Japón incrementó su gasto en innovación sólo un 0,5% frente al 6,3% europeo y el 6,5% norteamericano.
Un gasto más inteligente
Según Joseph Santo, director de Booz & Company en España, “una consecuencia de la recesión es que ha obligado a las empresas de todo el mundo a revisar cuidadosamente sus procesos de innovación, tanto para los tiempos de bonanza como para las épocas difíciles”.
Siete de cada diez empresas están ajustando sus estrategias para detectar mejor y adaptarse con rapidez a las necesidades cambiantes de sus clientes.
Por otro lado, la mitad de los encuestados declaran aplicar filtros cada vez más conservadores para dar luz verde a sus inversiones en nuevos proyectos de I+D. Cuatro de cada diez afirma que están mejorando los procesos para cancelar los proyectos fallidos.
En definitiva, la crisis global parece haber incentivado la revisión de muchos procesos para abrir paso a una innovación más inteligente.