La vacunación es una de las herramientas fundamentales utilizadas en salud pública, destinada a disminuir la morbilidad y mortalidad por enfermedades inmunoprevenibles. Al disminuir el riesgo, o evitar la enfermedad, se bloquea la circulación de los microorganismos protegiendo a las personas de un posible contagio.
Desde mediados del siglo XX, la mayoría de los países dispone de “Calendarios de vacunación”, que establecen las vacunas obligatorias, con sus cronogramas e intervalos de dosis.
Uno de los errores más frecuentes es asociar el calendario de vacunación con la niñez. Las vacunas son importantes en TODOS los rangos etarios; y es fundamental considerar las recomendaciones de inmunización según las edades y grupos de riesgo.
Otro error que se comete al inmunizar a los adultos es indicarles que reinicien el cronograma desde cero -con todas sus dosis de vacunación- cuando lo interrumpieron en la mitad del proceso. En estos casos, lo correcto será continuar con las vacunas pendientes hasta completar el esquema en su totalidad, independientemente del tiempo que haya transcurrido desde la última aplicación.
Muchas veces, las vacunas en adultos no se aplican en tiempo y forma porque los profesionales ignoran su importancia, desconfían de su eficacia y seguridad, desconocen las indicaciones según edades y poblaciones especiales, no saben que es posible administrar varias vacunas en forma simultánea o comunican falsas contraindicaciones.
Por eso, es necesario que la vacunación en adultos sea sistemática y que, tanto los consultorios como hospitales y clínicas, aprovechen la oportunidad cuando reciben al paciente. Para eso, el sistema de salud debe asegurarse la provisión y el acceso a las vacunas de forma ágil y sencilla.
Algunas de las vacunas recomendadas en adultos, para continuar con refuerzos de las administradas en la niñez o indicadas según las edades y grupos de riesgo son:
- Vacuna doble bacteriana (tétanos – difteria: dT): Colocarla a partir de los 16, cada diez años.
- Vacuna triple acelular del adulto (difteria-tétanos-pertussis acelular: dTpa): Recomendable en embarazadas a partir de la 20ª semana de gestación y madres de niños de hasta 6 meses de vida.
- Vacuna antigripal trivalente: Debe colocarse en mayores de 65 años. Especialmente en embarazadas, niños de entre 6 y 24 meses y personal de salud.
- Vacuna contra la hepatitis B: Recomendable en adolecentes y adultos que no la hayan recibido.
- Vacuna antineumocócica (polisacárida de 23 serotipos o conjugada de 13 serotipos: Aprobadas para niños y mayores de 50 años.
- Vacuna antimeningococo: Indicada para grupos de riesgo. Se recomienda la administración de vacuna conjugada tetravalentes.
- Vacuna triple viral (sarampión, rubeola, parotiditis): Recomendable en adultos mayores de 50 años.