Constellation Brands, la mayor bodega del mundo, sumará un vino fino argentino a su cartera de marcas para el mercado norteamericano. La firma californiana cerró un acuerdo con la bodega mendocina O.Fournier para que esta última comience a elaborarle una etiqueta exclusiva que se venderá únicamente en Estados Unidos.
El proyecto contempla para el primer año una producción de 700.000 botellas, aunque en el mediano plazo el objetivo que se puso la compañía es que la línea que le elabora Fournier se convierta en la marca número uno de la Argentina en exportaciones.
La tarea no parece imposible si se tiene en cuenta la estructura comercial con la que cuenta Constellation Brands, que después de cerrar la compra de su competidora Robert Mondavi en poco menos de US$ 1000 millones, se convirtió en la mayor bodega del mundo, con ventas por más de 5000 millones anuales y presencia en 150 países.
Para elegir a la bodega que le iba a elaborar su vino en la Argentina, Constellation Brands empezó a trabajar hace tres años en los primeros contactos con más de 200 firmas locales.
El segundo paso fue el llamado a una licitación privada de la que participaron 14 bodegas mendocinas y, finalmente, la elección recayó en O.Fournier, que se hará cargo de la elaboración y embotellado del producto, aunque el vino que venderán los californianos será un corte que reunirá un 70% aportado por O.Fournier y un 30% proveniente de la bodega Vistalba, de Carlos Pulenta.
Origen destacado
En O.Fournier destacan que el vino que se comercializará en Estados Unidos no esconderá su origen nacional. “La etiqueta va a tener un nombre argentino, que todavía no está definido, pero que en principio estará vinculado con la Cordillera de los Andes. El origen del producto será un herramienta más de marketing porque el vino argentino está creciendo mucho en el mercado norteamericano y todo apunta a que en el mediano plazo desplazará en ventas a los productos chilenos, como de hecho ya pasó en Brasil”, expresó el empresario español José Manuel Ortega, fundador de la bodega O.Fournier.
Ortega es una persona relativamente nueva en el negocio del vino, ya que concretó su primera inversión en el mercado en mayo de 2001 cuando se quedó con una finca de 263 hectáreas en el Valle de Uco, en la provincia de Mendoza.
De banquero a bodeguero
El ejecutivo había llegado a la Argentina no como bodeguero, sino como banquero, ya que era el responsable del área de inversiones industriales del grupo Santander -propietario del Banco Río- para América latina.
Desde que inicio su incursión en la actividad vitivinícola, Ortega y su hermana Natalia llevan invertidos US$ 8 millones en Mendoza, a los que próximamente se sumarán otros dos proyectos.
El primero es la construcción de una segunda bodega en Mendoza que estará dedicada exclusivamente a la elaboración del vino para Constellation Brands y de su segunda marca, Urban. Este emprendimiento implica un desembolso de US$ 500.000.
Los hermanos también planean inaugurar en 2008 un hotel de lujo en sus viñedos, que contará con 40 habitaciones e implicará un desembolso adicional de US$ 6 millones.
