McDonald’s Argentina tiene nuevo propietario, aunque en realidad se trata de un viejo conocido de la empresa de comidas rápidas. El empresario estadounidense Woods Staton, que fue el que trajo la licencia de la marca al país en 1986, encabeza un grupo inversor que ayer cerró la compra de todos los negocios de McDonald’s en América latina en 700 millones de dólares.
La operación incluye los 1600 restaurantes de la región, contando los 180 locales que funcionan en la Argentina.
La compra fue canalizada por la compañía Restco Iberoamericana, que preside Woods Staton y que cuenta entre sus accionistas a los fondos de inversión norteamericanos Capital Internacional y DLJ South American Partners (este último, dueño en la Argentina de la bodega Peñaflor) y al grupo brasileño Gavea Investimentos.
Hasta último momento, Staton estuvo peleando la oferta que presentó el fondo de inversión brasileño Pactual, aunque en la decisión de la cadena norteamericana de comida rápida habría desempeñado un papel clave la experiencia de su antiguo licenciatario en el negocio de la venta de hamburguesas.
Primer licenciatario local
Staton nació en Estados Unidos, aunque pasó gran parte de su infancia y adolescencia en Colombia, donde aprendió el español. Su historia está directamente ligada con la historia de McDonald’s en la Argentina, ya que fue el que comandó la licencia de la marca hasta 2002, cuando la crisis lo obligó a ceder el control de Arcos Dorados a la casa matriz, a cambio de la deuda que arrastraba la filial local.
Igualmente, Staton siguió ligado a la compañía norteamericana y hasta ahora se desempeñaba como director de McDonald’s para la región Cono Sur, con ocho países a su cargo, incluyendo la Argentina.
“La vasta experiencia de Woods en McDonald’s fue una de las razones clave por la que lo elegimos para llevar nuestra marca hacia el futuro”, reconoció Ralph Alvarez, presidente de McDonald’s. Por su parte, Staton destacó el crecimiento que tuvo la marca en la región en los últimos cuatro años, con 42 meses consecutivos de incremento interanual y un aumento en las ventas del 14,7 por ciento en el primer trimestre de 2007.
“Es obvio que el plan para ganar de McDonald’s está funcionando en América latina y me siento optimista de que vamos a acelerar el crecimiento, mediante iniciativas combinadas, incluyendo el ofrecer variedad y opciones en el menú y precios bajos diarios”, señaló el empresario.
RestCo Iberoamericana se comprometió a abonar una tasa de regalía del 5% de su facturación durante los primeros diez años, que se incrementará a partir del año once. Además, los nuevos dueños deberán respetar las estrictas normas de operación de la cadena estadounidense en materia de precios, trato con proveedores y gestión de la marca y de la imagen, e invertir al menos 100 millones de dólares en la apertura de 150 restaurantes durante los próximos tres años.
“Todavía no está definido el número, pero al menos 20 o 30 de las aperturas serán en la Argentina, apuntando a los nuevos centros comerciales y a la mayor concentración urbana que muestran ciertas zonas de Buenos Aires y otras ciudades”, adelanta José Raúl Fernández, director general de McDonald’s para la Argentina, Uruguay y Paraguay.
Resultados positivos
La filial local de la cadena cerró 2006 con ventas por $ 300 millones y por primera vez desde la crisis de 2001 obtuvo resultados positivos.
Aunque traten de disimularlo, la noticia de que el ganador de la licitación privada para quedarse con la franquicia de McDonald’s en la región fue recibida con inocultable alegría en Buenos Aires, debido a la histórica relación de Staton con la Argentina.
McDonald’s cuenta con 1656 locales en la región distribuidos en 28 países, que en 2006 registraron ventas por US$ 1660 millones. Durante igual período, los ingresos totales de la empresa alcanzaron 21.590 millones y sus ganancias operativas sumaron 55 millones. Dentro de la región, la Argentina ocupa el cuarto puesto en números de restaurantes, detrás de Brasil, México y Puerto Rico.