Con las cifras en la mano, los sectores vitivinícolas manifestaron su optimismo respecto del futuro de la industria en el corto y mediano plazo. Ocurre que este año las estimaciones determinan que se superarán largamente los 500 millones de dólares en exportaciones (el año pasado llegaron a 470 millones).
Pero las expectativas también abarcan al mercado interno, en función de las estadísticas del primer trimestre. Así entonces, mientras el stock técnico actual alcanzaba más de cinco meses de despacho, consideran que a junio del año que viene ese stock será levemente superior a los 4 meses.
El hecho también cobra importancia cuando se habla de precios. Históricamente los valores de los vinos caían en las fechas cercanas a la liberación de los vinos nuevos -el 1° de junio- pero ahora la situación se ha revertido. Tanto desde los sectores como desde las autoridades se asegura que se están realizando operaciones de blanco escurrido a 48 ó 49 centavos el litro, es decir entre 4 y 5 centavos más de lo que se estaba pagando dos semanas atrás.
Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura determinan que en febrero, entre vinos y mosto, hubo un crecimiento en las ventas del 25,85% en volumen respecto de lo sucedido en el mismo mes del año pasado y en el acumulado del primer trimestre el incremento -entre Mendoza y San Juan- fue de 14%.
Si las cifras se llevan a las posibilidades concretas de salidas al exterior, se indicó que mientras el año pasado se alcanzaron las 160 mil toneladas de mosto en exportaciones, las estimaciones de los propios industriales hablan de 180 mil toneladas este año. Y en lo que hace a los vinos, se espera que las exportaciones aumenten un 20% más que en 2006, estimación basada esencialmente en el hecho de que han crecido las salidas de vino a granel, especialmente en los vinos básicos, que tienen en Rusia a uno de los principales países compradores.
Paralelamente, se habla de una consolidación en el crecimiento de ventas al mercado interno. Así por ejemplo, en el mes de marzo aumentó 14% respecto de febrero, mientras en el acumulado anual el porcentaje de aumento llega a 4%.
Se trata de un dato importante, en razón de que el fuerte de la vitivinicultura argentina es el mercado interno. Una situación totalmente diferente a las vitiviniculturas chilena o australiana, que actualmente se encuentran afectadas en razón de que no mantienen el crecimiento en los mercados internacionales y no cuentan con mercado interno.
Un nuevo dato también interesante surge de los números que maneja el INV. Se trata de la importante diversificación que se observa no sólo en el caso de los mostos. En San Juan, por ejemplo, las exportaciones de uva en fresco y en pasas superaron los 70 millones de dólares el año pasado.
Con relación a los números de la cosecha, en todo el país alcanzó los 30.680.000 quintales -un número muy similar a lo que había pronosticado el Instituto- habiéndose elaborado 13,9 millones de hectolitros de vinos y 7,9 millones de hectolitros de mosto.
A pesar de que se había acordado el envío de 30% de la cosecha a mosto, en San Juan se superó ampliamente la cifra (llegó a un 57%), mientras en Mendoza alcanzó a 26%, aunque en este caso debe tenerse en cuenta que las bodegas que exportan pueden deducir ese vino en la exigencia de fabricación de mosto. El porcentaje general a mosto, tomando Mendoza y San Juan, alcanzó a 37%.
Finalmente, se indicó que en Mendoza se cosecharon 20,4 millones de quintales y en San Juan 8,5 millones. El resto hasta llegar a los 30,6 millones totales, corresponde a las demás provincias vitivinícolas.