A más de alguno nos sucedió en los últimos años. Conectábamos nuestra memoria USB o disco duro a una PC con Windows 10 y estábamos obligados a “Extraer con seguridad” todo.
De lo contrario corríamos el serio peligro de perder archivos o información valiosa en caso de desconectar abruptamente la memoria.
Ahora la retrasadísima actualización de octubre de 2018 acaba de ser liberada para Windows 10 y una de sus mayores sorpresas es que ya no necesitaremos preocuparnos por ello.
Es algo que todos esperábamos desde hace bastantes años y por fin será una realidad. Pero para explicar esto tendremos que ponernos un poco técnicos. Así que la lógica de esta actualización va más o menos así:
Cuando se trata de escribir datos en dispositivos USB externos Windows 10 cuenta con dos modalidades para hacerlo. Una rápida y no tan segura. Otra segura pero más lenta.
La primera modalidad se le conoce como “Mejor Rendimiento”. Y es con la que el sistema operativo almacena los datos en caché; en vez de escribirlos en el dispositivo USB directamente.
Esta era la configuración por defecto del sistema. Ya que era la más eficiente para la escritura de datos. Sin embargo en el caso de desconectar abruptamente el dispositivo podía haber pérdida de información.
La segunda modalidad es conocida como “Eliminación Rápida”. Donde la escritura de datos sí es directa aunque el rendimiento del dispositivo de memoria resulta menor.
Por algún motivo extraño la Eliminación Rápida había sido relegada siempre. Pero ahora se ha modificado esto para darle su merecido lugar.
Ahora con la actualización de la compilación 1809 de Windows 10, se ha alterado el sistema operativo para tomar por defecto el modo de Eliminación Rápida.
Con ello los datos se escribirán al momento y por lo tanto podrá retirarse la memoria sin hacer el ritual de extracción.
Existe aún un riesgo de perder la información. Pero el peligro es mínimo.
Fuente: FayerWayer